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Serra Ferrer descubrió a La Quinta del Cide; Jaume Baucà llenó el vestuario de mallorquines y Benito Floro ha rescatado el acento indígena después de unos años sin mirar a las catacumbas. En la concentración del Real Mallorca en Ashby de la Zouch, más de un tercio de los convocados nacieron en la isla, una apuesta por la cantera que comienza a rentabilizar Son Bibiloni.

Tienen entre 17 y 22 años, son jóvenes y con proyección y comparten un único sueño: jugar en Primera División con el Real Mallorca. El benjamín del grupo es Carlos Carmona. Con 17 años, es una de las minas de Son Bibiloni y un futbolista cuyo nombre ha figurado en la agenda del Arsenal.

Otro chaval que sube con fuerza es Víctor Casadesús. Delantero centro de la selección española sub'19, con la que se proclamó campeona de Europa a comienzos de verano, ya se le compara con Diego Tristán. El lateral de Binissalem Francisco Campos, el delantero solleric Tuni -el único que ya ha debutado con el primer equipo- y el ítalo-argentino Luciano Becchio, un ariete a la vieja usanza que ofrece juego aéreo.

Carlos Carmona es uno de los diamantes de la cantera. Sobrino del internacional madridista Paco Bonet, Carlos Carmona Bonet (5-7-1987, Palma) es un extremo derecho con capacidad para desbordar por su banda, un buen regate y un guante en su diestra a la hora de centrar. Formado en el fútbol-7 del Son Roca, ingresó en el Mallorca en categoría alevín y desde entonces ha escalado hasta su debut con el primer equipo en el amistoso de comienzos de pretemporada en Sa Pobla.