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Jenaro Lorente|AVEIRO
La República Checa afronta el segundo compromiso de la Eurocopa ante Holanda con la intención de que la cita sea su confirmación como uno de los aspirantes al título, después de que en el primer encuentro sufriese en demasía para derrotar a una inocente Letonia. Un triunfo significaría para los checos el pase matemático para los ansiados cuartos de final y dejaría a los holandeses en una situación muy comprometida con un solo punto.

Karel Brueckner, técnico de la República Checa, mantiene la duda del defensa Rene Bolf y del centrocampista Zdenek Grygera. El primero tocado en una rodilla y el segundo con un inflamación en las glándulas salivares, aunque el entrenador es optimista en cuanto a la presencia de los dos. El fuerte calor reinante en Portugal preocupa a los jugadores checos, que ya sufrieron las altas temperaturas en el partido contra Letonia, especialmente su estrella Pavel Nevded y su compañero en el centro del campo Tomas Rosicky, quienes sufrieron fuertes jaquecas la noche posterior al encuentro, mientras que Koller necesitó un goteo intravenoso después de perder cinco kilos.

El envite se presenta interesante, con dos buenos equipos y una gran dosis de fútbol en sus botas. Por un lado el juego creativo de los holandeses, obcecados con el toque y la ofensiva, y por otro la táctica ordenada y disciplinada de los checos, a los que, no obstante, no les falta técnica ni calidad. Especial interés tendrá el duelo entre los arietes de ambos conjuntos. Van Nistelrooy, autor del tanto salvador de los «naranjas» en el partido ante los alemanes, y el gigante Jan Koller, el más alto de la Eurocopa con 2,02 metros, rivalizarán en protagonismo.

Alineaciones:
Holanda:Van Der Sar; Heitinga, Bouma, Stam, Van Bronckhorst; Sneijder, Davids, Cocu; Van der Meyde, Vaart y Van Nistelrooy.

R. Checa:Cech; Grygera, Ujfalusi, Bolf, Jankulovski, Galasek, Poborsky, Rosicky, Nedved, Nbaros y Koller.

Àrbitro:Mejuto (ESP)
Estadio:Aveiro (20.45).