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José Antonio Pascual|GUIMARAES
La selección española de fútbol, que se enfrentará el domingo a Portugal en el tercer partido de la primera fase de la Eurocopa 2004, no ha tenido demasiada suerte a lo largo de su historia cuando se ha enfrentado a anfitriones de los diversos torneos internacionales. De hecho, el equipo absoluto de España nunca ha conseguido vencer, aunque en esta oportunidad ante Portugal le vale con no perder. El cuadro de Iñaki Sáez tiene por delante otra prueba contra la historia, que tuvo su último y muy doloroso capítulo en Corea del Sur contra la selección asiática, ante la que cayó en Gwangju en los penaltis (5-3) en los cuartos de final del Mundial 2002 con un arbitraje más que polémico y criticado del egipcio Gamal El Ghandour y de sus asistentes, quienes anularon un par de goles a Rubén Baraja y Fernando Morientes.

La racha se inició en los Juegos Olímpicos de Amberes'20, cuando la selección nacional cayó ante Bélgica por 3-1 en Bruselas y tuvo otro de sus puntos más oscuros en los cuartos de final del Mundial de Italia'34. España fue víctima de unos arbitrajes más que polémicos y adversos y tras igualar a un tanto el 31 de mayo de 1934, al día siguiente, en el desempate, cayó por 1-0 ante los italianos, con un gol de Giuseppe Meazza. En Brasil'50, la selección anfitriona acabó con el sueño del título de los españoles con una goleada por 6-1 en el segundo partido de la liguilla final. España, que había igualado a dos contra Uruguay en el primer encuentro de esta fase definitiva, sufrió un duro correctivo y luego lo pagó con otra derrota ante Suecia. No obstante, obtuvo la mejor clasificación mundialista de su historia, el cuarto puesto. A partir de entonces, los sinsabores con los anfitriones han llegado en Eurocopas, sobre todo en la de Francia'84, cuando el equipo entonces dirigido por Miguel Muñoz cayó en la final ante el conjunto francés.

España cuajó un buen encuentro en el Parque de los Príncipes, pero sucumbió por 2-0 con un tanto de Michel Platini en una acción de mala fortuna del portero Luis Miguel Arconada. Al margen de esta fecha tan señalada, España igualó a cero contra Italia en Italia'80, perdió por 2-0 ante la RFA en 1988 en la despedida de Camacho de la selección, y cayó en los penaltis, tras empatar a cero, en los cuartos de final de Inglaterra'96, pese a que había sido superior a su rival y había hecho enmudecer Wembley con goles también anulados de forma polémica. En lo que a la actualidad deportiva se refiere, Iñaki Sáez dio la cara al día siguiente del empate contra Grecia, ofreció explicaciones a los medios informativos y fue el estandarte de un equipo que huye del derrotismo que parece haber vuelto al entorno. «España se encuentra en la situación habitual de estos campeonatos, esperando al último partido para pasar de ronda. Esto no es nuevo, sólo cambia que el rival es Portugal», dijo el técnico vasco.