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Jenaro Lorente|LISBOA
A pocas horas del «pistoletazo de salida» de la duodécima edición de la Eurocopa de selecciones, Portugal, que tiene el honor de ser por primera vez el anfitrión de la competición, se encuentra engalanado y blindado para garantizar el espectáculo y la seguridad de un acontecimiento que promete fuertes emociones. Los portugueses viven ilusionados las horas previas al debut de su selección contra Grecia. La afición cree que el «factor campo» debe de inclinar la balanza a favor de su equipo y sueñan con disputar la final y ganarla. Portugal quiere hacer historia y superar sus dos mejores clasificaciones en la competición. En 1984 y 2000 llegó a semifinales, pero en las dos ocasiones los franceses se cruzaron en su camino para dejarles con la miel en los labios (3-2 en 1984 y 2-1 en 2000). Para ello, el país portugués se ha vestido de fiesta. Multitud de banderas nacionales adornan los balcones de las ciudades y los taxistas recorren las calles de las capitales con símbolos de apoyo a su selección. Pocos son los que salen a pasear sin lucir prendas con sus colores, hasta el punto de que la gran mayoría de banderines han sido encargadas y fabricadas en China, pues la demanda ha sido tan grande que la industria portuguesa no ha podido satisfacerla.

En la fachada del ayuntamiento de Sao Joao de Madeira luce un bandera de la selección de 210 metros cuadrados. Las cabinas telefónicas han sido sustituidas por balones Roteiro y en Oporto, donde los portugueses debutarán hoy contra Grecia, han sido largas las colas durante la pasada madrugada para intentar hacerse con una entrada. Además de engalanada, Portugal también está blindada para garantizar la integridad de los muchísimos aficionados que se desplazarán para seguir a sus selecciones. La seguridad es la prueba más dura a la que se enfrentan los anfitriones durante la competición. Nunca el país acogió un evento de tanta dimensión y en un momento tan delicado. La amenaza terrorista es latente y supone una gran preocupación para autoridades y comité organizador.