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Efe|CARTAGENA
Tres jugadores del equipo de fútbol inglés Leicester, el jamaicano Frank Sinclair, el norirlandés Keith Gillespie y el escocés Paul Dickow, ingresaron ayer en prisión por orden de la juez de Instrucción número tres de Cartagena, en relación con la denuncia de tres mujeres de origen africano que los acusan de agredirlas sexualmente. Otros dos jugadores de este mismo equipo, Matt Elliot y Lilian Nalis, han salido en libertad sin fianza, mientras que el otro jugador arrestado, James Scowcroft, ha quedado en libertad bajo fianza tras pagar 20.000 euros.

El secretario del juzgado indicó que los tres jugadores que han quedado en libertad tendrán que dar cuentas de cargos de allanamiento de morada y omisión del deber de socorro en la vista que se celebrará próximamente.

Las diligencias, que hasta ahora llevaba el juzgado de instrucción número 3 de Cartagena, pasarán, a partir del próximo lunes, al juzgado número 2, que se encargará del caso hasta la celebración del juicio.

Los seis detenidos han pasado dos días en los calabozos de la comisaría de Cartagena y esta mañana han tenido que declarar ante la juez, al igual que las tres mujeres que decidieron denunciar los hechos.

Sinclair, Gillespie y Dickow han sido trasladados al depósito de los juzgados, desde donde serán recogidos por un coche celular que los trasladará a la prisión de Sangonera (Murcia), donde permanecerán ingresados a la espera de juicio.

Denuncia
James Scowcroft, que ha hecho efectiva la fianza impuesta por la juez, deberá presentarse dos veces al mes en la embajada o consulado español más próximo al lugar donde se encuentre, según se recoge en el mismo auto judicial.

Los jugadores del Leicester estaban realizando un «stage» de temporada en un hotel de La Manga Club en Cartagena donde también estaban alojadas las tres mujeres que han presentado la denuncia, según indicó la abogada de las denunciantes Encarnación Gómez.

Gómez también explicó que sus defendidas presentaron la denuncia en el aeropuerto de Alicante, porque tenían intención de viajar a Alemania, aunque se las convenció de la importancia de que declararan e identificaran a sus presuntos agresores durante la apertura de diligencias.

La presunta agresión sexual se cometió la madrugada del lunes pasado tras una fiesta en la que participaron tanto las denunciantes como los denunciados.

Las mujeres, al presentar la denuncia aseguraron que recibieron una paliza de parte de algunos de los jugadores del Leicester que entraron a su habitación sin haber sido invitados y que intentaron agredirlas sexualmente.

Aportaron varias pruebas, como unas bragas manchadas de sangre y una pulsera de uno de los presuntos agresores, además de un parte de lesiones que fueron confirmadas por el equipo forense del juzgado de Cartagena.

Las dos sesiones de diligencias judiciales y de extensas comparecencias ante la juez por parte de los jugadores del Leicester y de las tres mujeres fueron seguidas por decenas de medios de comunicación, más de la mitad procedentes del Reino Unido.

Los seis jugadores del Leicester City detenidos en España por su implicación en una agresión sexual «rebatirán con vigor» todos los cargos que se les imputan, comunicó el portavoz del club Paul Mace, quien aseguró que el Leicester abriría, paralelamente a la policía española, una investigación interna y afirmó que «se removerá hasta la última piedra». Por su parte, el director ejecutivo de los «Foxes», Tim Davies, dijo que este episodio ha supuesto un «tremendo shock» para los acusados y expresó su satisfacción ante la puesta en libertad de Danny Coyne, Nikos Dabizas y Steffen Freund.