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Real Madrid y Sevilla afrontan con extrema tranquilidad los partidos de vuelta de los cuartos de final de la Copa del Rey, con el sencillo objetivo de no perder en los campos del Valencia y el Atlético, respectivamente, las cómodas ventajas de tres y cuatro goles que obtuvieron la semana pasada en la ida. Con más cautela viajará el Alavés, que habrá de defender ante el Celta en Balaídos un 4-2, mientras que Zaragoza y Barcelona disputarán en La Romareda la eliminatoria más abierta, tras el 0-1 que obtuvo el equipo aragonés en el Camp Nou. De estos cuatro partidos -los tres primeros hoy miércoles y el de Zaragoza el jueves- saldrán los semifinalistas de la Copa, que quedarán emparejados el viernes en un nuevo sorteo.

Aunque el cruce entre Real Madrid y Valencia se presentaba como el más igualado de la ronda de cuartos, los de Carlos Queiroz privaron a la vuelta de buena parte de su interés con el contundente 3-0 de la ida. Sin embargo, el equipo de Rafa Benítez no renuncia a firmar ante su afición una remontada histórica. Más definitivo aún parece el 4-0 que firmó el Sevilla ante el Atlético de Madrid. Mientras las partes implicadas alimentan la polémica sobre la actuación del portero rojiblanco Germán 'Mono' Burgos en ese partido, Gregorio Manzano promete una actuación digna en el Calderón, aunque ya piense más en cómo mantener su plaza de Liga de Campeones el próximo sábado ante Osasuna.

El Alavés tuvo el pasado jueves ocasiones para sentenciar su eliminatoria contra el Celta, pero el 4-2 final aún permite soñar a los de Vigo con la clasificación. En el único partido retrasado al jueves, Zaragoza y Barcelona se verán las caras por tercera vez en pocos días. A los nuevos mandos de Víctor Muñoz, el Zaragoza se ha impuesto 0-1 en Copa en el Camp Nou gracias a un penalti y luego, en Liga, ha perdido 1-3 ante el Mallorca. El Barça viene de ganarle al Sevilla en su terreno de juego. Aunque los del técnico holandés Frank Rijkaard sufrieron para mantener el 0-1, demostraron capacidad de concentración y de recuperación de balones y no pueden arriesgarse ahora a quedar fuera de una de las tres competiciones que disputan.