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Mallorca B 0
Barcelona B 2

MALLORCA B: Moyà (*), Campos (*), Moreno (*), Ramis (*), José (**), Zazo (*), Iván Merino (*), Rafita (*), Moen (-), Ernesto (**) y Javi Fernández(*).
Cambios: Xisco (*) por Moen; Chus (*) por Javi Fernández y Cano (*) por Moreno.

BARCELONA B: Jorquera (*), Dani Fernández (**), Fernando (**), David García (**), Rodri (**), Ros (*), Santamaría (**), Arnau (*), Verdú (*), Cristian (**) y Felipe (*).
Cambios: Babangida (*) por Verdú; Manga (*) por Cristian y Expósito (*) por Felipe.

Àrbitro: Díaz Batista (Colegio canario) (-). Tuvo una mala actuación y fue muy protestado por los jugadores locales. Amonestó a Rafita y al segundo técnico por el bando local y a Verdú y Arnau por parte del Barcelona B.

Goles:
0-1, minuto 26, Arnau.
0-2, minuto 79, Santamaría.

Carlos Román

El Mallorca B ha vuelto a las andadas en la primera oportunidad que le ha concedido el nuevo año. El segundo equipo rojillo se estrelló ayer ante la mayor efectividad y contundencia de un filial arropado por la calidad que supo leer mejor el desarrollo del encuentro y que además, se encontró con un polémico gol que le concedió ventaja en un momento clave. El mallorquín Arnau asestó un golpe terrible a sus ex compañeros y deja al Mallorca B en la cuneta justo al inicio de la segunda vuelta del campeonato (0-2).

Mal le rodaron las cosas al cuadro balear aunque fue en busca de la portería contraria desde que el balón se puso en marcha. Los dos equipos, amparados en la habitual filosofía en la que se apoyan los filiales, intentaron ponerse por delante aprovechando el descontrol de los primeros minutos y el esférico se movía con rapidez por el tapete aunque éste no llegara con demasiado peligro a las inmediaciones del área.

El avance del crono fue beneficiando al Barcelona, que poco a poco empezó a reafirmar los muros de su defensa y acreditó los números que había firmado hasta el momento -ha encajado sólo siete goles en la primera vuelta-.

Los locales, maltratados por bajas importantes en sus posiciones más adelantadas, se fueron apagando a medida que se les taponaban las vías de acceso al área azulgrana pero mantenían la guardia alto y no renunciaban al gobierno del choque en busca de un golpe de efecto.

El principio del fin para los baleares fue producto de un ex jugador de la casa, Arnau Caldentey, que controló un balón con la mano y ante el permiso del colegiado para continuar la jugada, se introdujo en los dominios de Moyà. El portero desbarató incialmente la acción, pero el rechace fue a parar a los pies de Felipe que se le devolvió al mallorquín para que anotara ante la desesperación de jugadores y técnicos rojillos. El tanto supuso un duro mazazo y la cadena de protestas que se originó después no hizo más que beneficiar a los catalanes y sacar de sus casillas al malherido filial.

De ahí hasta el descanso el once de Gratacós no dejó nada a la improvisación y bajó la persiana apretando sus líneas, dando paso a un segundo tiempo de rasgos idénticos. Cazorla no tenía donde echar mano para solucionar el entuerto y el Barcelona ató el partido por inercia. Santamaría se impuso después a la zaga y consumió el margen de error isleño.
LO MEJOR: Nada
LO PEOR: El resultado