Los jugadores del Mallorca celebran el tanto de Bruggink ante el Zaragoza. Foto: JOAN TORRES.

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El Real Mallorca retoma esta mañana la actividad en los campos de entrenamiento de la Ciudad Deportiva Antonio Asensio para comenzar a preparar el enfrentamiento del próximo domingo ante el Athletic Club de Bilbao.

El bloque de Jaime Moreira Pacheco se incorpora nuevamente al trabajo después de disfrutar de un fin de semana de descanso que la plantilla ha aprovechado para tomarse un respiro después de vivir intensamente los acontecimientos de la semana anterior. El bálsamo que supuso la victoria ante el Zaragoza ha permitido al grupo balear disfrutar del paréntesis liguero a través de una óptica muy diferente a la que se había instalado en el club a raíz de la primera derrota en Santander o las declaraciones del entrenador acerca del suspuesto desequilibrio de su plantel.

Desde esta mañana el preparador portugués podrá llevar a cabo la que está considerada como la segunda pretemporada del grupo. La concentración veraniega de Birmingham no pudo considerarse como real tras observar los innumerables cambios que sufrió posteriormente el equipo. Los traspasos de Riera, Àlvaro Novo o Ibagaza dejaron huérfano al conjunto en algunas posiciones estratégicas y hasta que no se confirmaron las incorporaciones que debían reemplazar los huecos existentes, el técnico no ha respirado tranquilo. Por todo ello, el verdadero trabajo de preparación comienza ahora. Pacheco deberá probar jugadores en nuevas posiciones e intentar que en el engranaje empiecen a funcionar con sentido colectivo.

Nené puede ser un recambio de garantías en el costado izquierdo, de Martín Ligüera se comenta que podría ser el recambio perfecto para suplir a Ibagaza y Correa puede aportar kilómetros y entrega de tres cuartos de campo hacia adelante. El asentamiento de Gonzalo Colsa en el círculo central también puede resultar muy interesante, ya que en una sola cita al mando de la escuadra el futbolista cántabro ha demostrado sus prestaciones para dirigir el juego con un excelente criterio.

La Liga ha tomado otro color y para que no reduzca su intensidad es necesario seguir haciendo las cosas bien en San Mamés, un estadio que en las últimas temporada ha servido de punto de apoyo para la trayectoria de las baleares. Sus dos últimas visitas llegaban en un punto crítico del calendario y en ambos casos, el desplazamiento generó la confianza que faltaba.

En la Catedral, los jugadores bermellones toparán ante una formación bien estructurada que parece haber recuperado sus elementos distintivos del pasado gracias a la mano de Ernesto Valverde. El que fuera jugador mallorquinista -cursó en la Isla sus estudios de entrenador juvenil y regional- ha vuelto a ilusionar a la exigente afición vizcaína aunque los resultados a corto plazo no están siendo los esperados. El buen juego expuesto no se ha visto respaldado por los números y en sus dos apariciones ha contabilizado sendos fracasos.

Ante este cúmulo de circunstancias podría invertirse el papel de otras temporadas porque si el Mallorca necesita tiempo, el Bilbao está obligado a sumar para no tener que cambiar apresuradamente su forma de afrontar la Liga.

El delantero holandés ya ha tenido tiempo de justificar su fama de goleador formando pareja en ataque con Samuel Etoo. Su entrega y su forma de moverse sobre el terreno de juego le han permitido ganarse un puesto en el equipo y además ha conectado muy bien con la grada mallorquinista.

El ariete extremeño ha comenzado con buen pie se segunda etapa en el club y en el Santiago Bernabéu ofreció muestras de lo que supondrá su concurso a lo largo de la competición. Atesora un amplio catálogo de recursos y contará con muchas oportunidades a lo largo de la campaña.

Apenas dos partidos han sido suficientes para que el jugador cántabro asuma los galones del equipo y comience a dictar órdenes sobre el tapete. Está llamado a ser la referencia de sus compañeros desde el círculo central y también, uno de los mejores jugadores nacionales en su posición.

Stankovic ha vuelto para encandilar a ese sector de la afición que tanto lloraba su marcha y para ocupar un sitio en un flanco libre de experiencia tras la venta de Albert Riera. Su aportación por escasa que sea, puede tener un gran valor y formará junto a Toni González un carril con llegada.

La llegada del navarro supone una dosis de oxígeno en la parcela central del campo. Tiene condiciones de gran recuperador y puede integrar junto a Colsa o Marcos un doble pivote aguerrido y batallador. Quiere recuperar en la Isla el juego que le llevó a fichar por el Atlético de Madrid.

Todavía no ha tenido tiempo de demostrar cuáles son sus características, pero él mismo se define como un extremo de largo recorrido. Es un desconocido para la afición y a partir de esta semana podría comenzar a disponer de minutos para proyectarse en su banda.

El «Petete» Correa es un viejo conocido de la afición española tras su paso por Atlético de Madrid y Racing. Llega para reforzar la delantera y el hecho de poder jugado caído a una banda le otorga muchas opciones a lo largo del curso. Ha sido de los últimos en llegar y esta semana se pondrá al día.

Otro charrúa como Martín Ligüera es la gran esperanza del equipo para habitar en la media punta del once. La ausencia de Ibagaza pesa como una losa y sólo alguien de similares características puede desempeñar la función que ocupaba. Ha brillado en la seleccion uruguaya.

El Real Mallorca verá interrumpido su trabajo semanal para disputar un encuentro amistoso que servirá de celebración al Centenario del Badalona.

Después de una ajetreada semana de entrenamientos -tanto hoy como mañana la plantilla tiene doble sesión de trabajo- el Mallorca viajará el jueves a Barcelona y tras desplazarse al estadio del cuadro catalán, jugará un partido amistoso que servirá a Pacheco para seguir realizando pruebas de cara al importante partido del domingo.

Presumiblemente, en ese desplazamiento el luso citará a jugadores poco habituales y reservará a sus piezas fundamentales para el choque ante el Athletic. Con respecto a la enfermería, quien más dudas plantea ahora es Stankovic. El balcánico sufrió un leve esguince en su tobillo derecho durante el partido ante el Zaragoza y se esperaba que recibiera el alta en un periodo aproximado de una semana. Si la dolencia sigue el curso habitual no tendría que haber problemas para que el interior pudiera entrar en la convocatoria.