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Hong Kong 2
Real Madrid 4

HONG KONG: Oi An; Kin Wai Yau, En Hua Zhang, Wai Ho Chan, Sai Ho Cheung; Ming Li, Chi Wing Leung, Wai Man Lee, Peng Wang; Yao Li y Hai Dong Hao.

REAL MADRID: Iker Casillas; Michel Salgado, Pavón, Helguera, Roberto Carlos; Beckham, Makelele, Zidane, Figo, Raúl y Ronaldo

También jugaron: Miñambres, Raúl Bravo, Celades, Cambiasso, Solari, Guti, Portillo y Morientes.

Àrbitro: Fong Yau Fat (Hong Kong). Sin tarjetas

Goles:

0-1. Min. 6, Figo.

0-2. Min. 12, Ronaldo.

1-2. Min. 25, Wang.

1-3. Min. 33, Ronaldo.

1-4. Min. 34, Raúl.

2-4. Min. 45, Li Yao.

Luis Villarejo|MADRID

Zinedine Zidane se marcó un partido soberbio, de esos donde se le ve disfrutar cada segundo que pasa en el césped. El Real Madrid goleó sin compasión a una selección de Hong Kong, justita de fútbol, aunque voluntariosa en el esfuerzo.

El Real Madrid se dio un paseo. No tuvo rival. Un combinado nunca es un equipo. Las selecciones formadas con jugadores captados a lazo no suelen funcionar. Y la de Hong Kong no iba a ser una excepción. El Real Madrid, en cualquier caso, jugó serio. Con un tándem Pavón-Helguera al que no le gusta perder ni en los entrenamientos. De su actitud depende luego la frescura y el deleite de los demás. Tienen estos partidos un perfil de exhibición, pero en este equipo todo el mundo muerde. Ir ganando 1-4 y ver a Raúl picado con un rival o ver enfadarse a Iván Helguera tras encajar un tanto indican que el Real Madrid está vivo, que no se duerme.

Arriba, en punta, el espectáculo adquiere tintes de ensueño. A Ronaldo le cuesta entrenarse, pero en el campo su porcentaje de efectividad es más que notable. Balón que le llega, balón que va dentro. Y eso que su ritmo es lento, porque físicamente anda dos puntos por debajo de los demás. En el segundo tiempo notó el bajón.

En el primer tiempo anotó dos, Figo abrió el marcador antes con un penalti y Raúl levantó al público de sus asientos con un gol típico de su repertorio, elevando la pelota por encima de Oi An. Este exceso de genios que atesora el Madrid provoca que en partidos de este calado, todos se quieran ir al centro. A tocar balón. A ser felices tocando y tocando. Por eso hoy se pudo ver a Raúl, a Zidane, a Beckham y a Figo, a todos ellos muy cerca del círculo central oxigenando y divirtiéndose. El partido lo permitía.