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La dulce resaca que ha dejado en Vilafranca la jornada del pasado martes, no bajado todavía al equipo de la nube aunque todos en el club son conscientes de que es ahora cuando se inicia una de las fases más comprometidas del curso. Con la liguilla en el horizonte, los de Es Molí Nou se disponen a sellar este sábado en Santanyí el curso más brillante de su existencia y para celebrarlo, la directiva del club ha organizado una fiesta en la que jugadores y cuerpo técnico podrán compartir el título con los seguidores del municipio, que tanto han respaldado al equipo en este último tramo del campeonato.

Para el conjunto verdiblanco y para todo el pueblo el curso ha sido inolvidable, pero las ganas de conseguir algo grande se trasladan ahora a un terreno en el que tradicionalmente los equipos mallorquines tienen restringido su campo de actuación. El entrenador del once campeón, Pep Sansó, pasa ahora balance a la temporada y afirma que se siente «muy contento y satisfecho tras culminar un hecho histórico en la entidad». El preparador afirma que todo lo que sucede ahora es el «premio a todo el esfuerzo y trabajo que hemos realizado», con lo que se compensan los sufrimientos que se sucedieron hasta conquistar el grupo balear.

De la misma forma, Sansó reconoce que la campaña de su rival, el Constància, «ha sido sensacional» y mantiene que una de las razones del éxito radica en «no habernos desanimado cuando estabamos a ocho puntos de distancia. Tuvimos confianza y eso nos ha permitido llegar a donde lo hemos hecho», declara.