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El partido amistoso entre España y Ecuador, a disputar en el Vicente Calderón desató ayer las iras del seleccionador y de la Federación ante la negativa de los jugadores del Valencia Vicente Rodríguez y David Albelda de incorporarse a la consentración de la selección española. Finalmente y tras cruces de declaraciones los jugadores decidieron viajar ayer por la tarde a Madrid para ser examinador por los servicios médicos de la Federación y cumplir así con la normativa habitual. Una vez reconocidos por el doctor Genaro Borrás, los futbolistas podrían regresar a Valencia si sus lesiones, como así parece, les impiden jugar el miércoles contra Ecuador. Sus compañeros Cañizares, Marchena y Baraja están ya con el equipo nacional.

En la Federación no ha sentado bien que los futbolistas del Valencia no se hubieran desplazado a Madrid, como suele ser habitual en estos casos. Joseba Etxeberría, en cambio, sí cumplió con las reglas, demostró su dolencia y regresó a Bilbao. El Valencia había enviado a las 13.00 horas un fax a la RFEF en el que le comunicaba las pruebas hechas a los futbolistas, en las que diagnosticaban que no podrían jugar el miércoles contra Ecuador. Los Estatutos de la Federación Española de Fútbol y la Ley del Deporte consideran «falta muy grave» la ausencia, no justificada, en las convocatorias de las selecciones, acción que puede ser sancionada con la privación de la licencia de dos a cinco años.

Iñaki Sáez, el seleccionador, no pudo ocultar su disgusto por la situación. En el equipo nacional existe un criterio y le «disgusta que no se cumpla. No estoy enfadado con nadie. El hecho es que hay que cumplir las normas y éstas contemplan que el jugador que haya sido convocado y esté lesionado se presente para poder cotejar su situación y ver si podemos contar con él o no. Queremos que esto siempre se lleve a cabo y no variar el procedimiento. Lo más probable es que Genaro Borrás -médico de la selección- confirme sus lesiones, pero hay que hacerlo así», insistió Sáez.