TW
0

El Olis Sóller ha cruzado el Atlántico para buscar ese punto de calidad que precisa el cuadro de la Vall para lograr el ascenso a la Liga Femenina. Después de cortar a la rusa Nikkar, la directiva encabazada por Joan Puigserver realizó un esfuerzo importante para mantener el equilibrio en la plantilla. Para ello, se fijaron en el mercado brasileño, donde les llamó la atención Patricia Da Silva Perandini. La alero, de 182 centímetros y que pasado mañana cumple 26 años, cuenta con una amplia experiencia a nivel internacional -es internacional y se quedó a las puertas del Mundial de China- y afronta con toda la ilusión del mundo el cambio de atmósfera y competición tras dejar atrás el club en el que dio el salto al profesionalismo, el São Caetano.

Casada con otro baloncestista que milita en la máxima categoría de su país, la tres goza en cada encuentro de más de treinta minutos, síntoma claro de su peso en los esquemas de Ballester. Buena anotadora y reboteadora -promedia 10,8 puntos y casi cuatro rebotes por partido-, destaca también por su físico. Es incansable en las transiciones y ejerce de motor cuando el equipo lo precisa. Pese a contar con diez partidos a sus espaldas, es una de las responsables de la trayectoria ascendente de las mallorquinas.

Miquel Ballester, técnico de la escuadra del Joventut Mariana enrolada en la Liga Femenina 2, no puede negar la calidad de Patricia Da Silva, que se ha adaptado sin apenas problemas a un grupo humano acogedor. «Su forma de jugar no tiene que ver con la habitual en Brasil», destaca su entrenador, para el que tiene un hueco fijo en el cinco inicial del Olis Sóller.