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La última jornada dejó maltrechas las aspiraciones del Mallorca B en la división de bronce. Tras su derrota en el terreno de juego del Gavà, el filial mallorquinista ha quedado pendiente de un hilo en la clasificación y cierra la primera vuelta presionado por los incovenientes y los malos resultados sobre el campo.

Según el técnico mallorquinista Tomeu Llompart la actitud del grupo en La Bobila fue buena. Tuvimos momentos en los que estuvimos acertados, pero perdimos el partido en acciones puntuales y sienta mal perder fuera de casa cuando logras anotar dos goles» apunta. «Me quedo con la actitud y el trabajo que fue mejor que el de otras semanas».

El Mallorca B ha cumplido a duras penas con el primer tramo de la liga y tras verse la cara con todos los rivales de la categoría su situación es incómoda. Para salir del pozo, el vestuario precisa de soluciones que según el preparador inquense pasan por el rectángulo de juego. «La solución a nuestros problemas está en el campo. Los futbolistas deben esforzarse, no cometer siempre los mismos errores y acertar de cara a puerta, pero también es verdad que contamos con una plantilla muy joven y eso es un handicap importante en nuestra categoría», señala. «Nuestro conjunto lo forma gente inexperta y está claro que así es más difícil».

Para el técnico, otro de los problemas a los que debe adaptarse el filial, es al continuo rejuvenecimiento de sus filas: «Este equipo es más joven por ejemplo que el del año pasado y hemos perdido a hombres como Buades, Güiza, Riera o Robles, cubriendo sus bajas con gente que procede de Tercera o del juvenil y que debe acoplarse a las exigencias». El entrenador rojillo opina que su once «juega bien, pero nos falta saber estar y no tenemos clara una referencia arriba cuando falta Tuni. Igualmente, pienso que tenemos capacidad para ganar a cualquiera, aunque también podamos hacer lo contrario».