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El palco del estadio de Son Moix se quedó ayer pequeño por primera vez. Entre compromisos, autoridades y aficionados que adquirieron una localidad de esa zona noble, las cerca de 300 plazas de la que dispone el palco estaban completas y los responsables de protocolo Jaume Nada y Ramón Servalls hacían de tripas corazón para acomodar a cada uno en su sitio.

El presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, llegó muy pronto, faltaba casi una hora para el partido y accedió al palco acompañado por tres guardaespaldas. Poco después le siguió Jorge Valdano, el director deportivo del equipo blanco que llegó solo y, ante un reducido número de medios informativos, recordó que «Etoo está haciendo una buena temporada y el Real Madrid es socio con el Mallorca. Es bueno que juegue, que marque y que haga buen fútbol», señaló el ejecutivo madridista.

Las autoridades no fallaron al partido. El primero en comparecer fue Gaspar Oliver, presidente del IME. Poco después, enfundado en su gabardina, lo hizo el alcalde Joan Fageda. Le siguieron Joan Bauçà, teniente de alcalde y poco después el conseller Joan Mesquida. Las damas no faltaron a la cita. La consellera Aina Salom, la presidenta del CIM, Maria Antònia Munar y Dolça Mulet, consellera de presidència, también estuvieron atentas desde su lugar reservado en el palco. Los ex presidentes del Mallorca, Miquel Dalmau, Miquel Contestí y Guillem Reynés, llegaron casi al mismo tiempo, coincidiendo con el flamante seleccionador balear, Llorenç Serra Ferrer, que recibió infinidad de felicitaciones. Más políticos, el portavoz de PSOE, Antoni Roig, accedió al palco por las escaleras y no por el ascensor y es que en estas ocasiones que concentran a tanta gente hay que armarse de paciencia para cogerlo. El fútbol estuvo bien representado. No faltó a la cita Juan José Hidalgo, que sigue pensando en su querida Unión Deportiva Salamanca pero que bajo ningún concepto se quiso perder el partido del domingo.