El Real Mallorca se empleó ayer a fondo en Son Bibiloni. Foto: TOMÁS MONSERRAT.

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Intensidad máxima y concentración total. De esta manera empezó ayer el Real Mallorca a preparar el partido contra el Madrid de este próximo domingo. Los bermellones, todavía convulsionados por las últimas lesiones de David Cortes y, principalmente, la de Javier Olaizola, intentaron ayer sobreponerse a todo y centrarse únicamente en el trabajo planificado, primero por el preparador físico, Antonio Servera, y segundo por el técnico de Jaén.

El equipo balear afronta el choque con innumerables problemas y la lista de bajas, pese a que se ha suavizado a raíz de no sancionar el Comité a Ibagaza, continúa siendo extensa. Manzano pierde peones fundamentales, principalmente David Cortés y Javier Olaizola. Tampoco dispone de Vicente Fernández y de Fernando Niño, que sigue siendo más que duda de cara al encuentro del domingo.

Sin embargo, los jugadores y el técnico evitan caer en la desesperación y ayer se emplearon a fondo durante el tiempo que duró la sesión de trabajo. Miquel Soler habló ayer de estos numerosos problemas pero también puntualizó que las plantillas se componen de 24 o 25 futbolistas en previsión de que puedan darse este tipo de problemas. «Es cierto que la situación es difícil pero hay alternativas y no queda más remedio que hacer todo lo posible para sacar adelante el partido. La plantilla la componen más de 20 jugadores y hay momentos en una temporada en que hay que hacer uso de ellos», explicó el defensa del Real Mallorca.