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El grupo balear de Tercera División alcanza esta fin de semana su cita máxima. Los dos equipos más solventes del Campeonato, Vilafranca y Constància, cruzan sus caminos por primera vez en lo que va de temporada y disputan una atractiva lucha directa que servirá para calibrar la respuesta de ambos ante situaciones comprometidas. El choque sorprende a los dos equipos en un buen momento de juego y resultados que invita al optimismo. Los inquenses acaban de estrenar liderato en solitario tras sostener al Poblense en un partido que reforzó sus intenciones de gobernar la categoría, mientras que el Vilafranca cedió su tercer empate del curso en una incómoda visita al campo del Playas de Calvià.

La clasificación tiende a confirmar progesivamente las sensaciones transmitidas por ambas plantillas antes de la apertura oficial de la campaña. A estas alturas de liga y con diez partidos a la espalda, ninguno de los dos conoce la sensación de la derrota y solo los empates cosechados "tres Vilafranca y dos Constància" sirven para establecer una mínima diferencia. Las dos escuadras más estables han seguido una trayectoria sólida que mañana podría verse acentuada si se derriba en el primer asalto a un advesario directo.

El Vilafranca ejerce de anfitrión en un campo donde extraer algo positivo resulta cada jornada más complicado. El trabajo de Pep Sansó ha ganado en consistencia con los resultados y tras superar la prueba de construir un grupo plagado de caras nuevas, solo le resta mantener el tipo ante las adversidades, que están llegando en masa en forma de lesiones. El técnico verdiblanco ha visto mermado el calibre de su plantel y el último en llegar a la enfermería ha sido Chiqui, que en el encuentro de Magalluf se lesionó de gravedad.

Anteriormente ya la habían sufrido otros jugadores como Tomeu Ballester, Contreras o Andreu y el vestuario del Vilafranca se ha resentido en número de opciones. Por contra, en el cuadro todavía sobreviven argumentos con una notable capaces de desequilibrio y una pegada certera en los metros finales. La otra candidatura, la inquense, llega avalada por una imagen seria y disciplinada que ha mantenido al conjunto arriba en los últimos tiempos. La llegada de nombres con curriculum ha adornado un equipo reciclado que parece alcanzar la madurez y que en el duelo de mañana pasará una selectiva reválida.