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Con el agua al cuello, el Drac Inca asume en Madrid un nuevo partido sin margen de error y que significará la apertura de un trayecto del calendario especialmente complejo. El grupo de Samaniego asumirá esta tarde ante la Universidad Complutense el primero de los dos desplazamientos consecutivos que debe afrontar en algo menos de siete días "el segundo será en la cancha del Ourense" con una vieja exigencia: ganar. Abonado a la derrota, el Inca ha dejado de ser un equipo fiable, pero el círculo se estrecha y su hinchada aguarda con desespero síntomas de recuperación.

El duelo ante la Complutense implicará, entre otras cosas, un nuevo examen para Josep Perich y Rocky Walls. Puestos a buscar responsables a una crisis de proporciones considerables, una facción de la directiva ha puesto el ojo sobre los dos jugadores con contrato temporal. Walls reclamó un margen de confianza firmando un buen partido ante el Gijón, mientras que Perich sigue pidiendo algo más de tiempo para acoplarse a un equipo al que prácticamente acaba de llegar.