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A Carlos Moyà nunca le ha gustado hacer las cosas fáciles. Si ayer hubiera derrotado a Jiri Novak hubiera conseguido el pasaporte para Shangai, pero no es el estilo del mallorquín. Disfrutó de una pelota de partido, pero acabó cediendo por 6-7, 6-4 y 7-5. Eliminado en los octavos de final del Masters Series de Madrid, su concurso en el Máster está supeditado a lo que ocurra en París. La participación de Carlos Moyà en el Masters Series de Madrid ha sido muy extraña. Resucitó en un partido imposible frente al chileno Fernando González y ayer dejó escapar un 5-2 favorable en tercer set, con pelota de set incluida, ante el checo Jiri Novak.

El inicio del enfrentamiento entre Moyà y Novak se asemejaba más a un partido de infantiles que a unos octavos de final de un Masters Series. Ambos se mostraban inseguros y cometían muchos errores no forzados y llegaron a romperse el servicio en cuatro juegos consecutivos. Con el 3-3 llegó la normalidad al encuentro. Novak aprovechaba la fragilidad de los restos del mallorquín para hacerse fuerte desde la línea de fondo y su derecha obligaba a que Moyà se desplazara continuamente, pero el guión se invertía con el servicio del balear (6-6).

El tie break mostró al mejor Carlos Moyà. El tenista mallorquín no fue el número uno del mundo únicamente porque tiene un buen servicio y una gran derecha, sino porque es uno de los jugadores más inteligentes del circuito. Sabía que su revés no funcionaba al ritmo que obligaba el partido y decidió aprovechar sus armas. Su servicio alcanzó las mayores velocidades y un buen porcentaje de acierto y con la derecha se mostraba intratable. Supo esperar su oportunidad en todos los puntos y no comeió errores no forzados (7-2).

Carlos Moyà transformó el juego que le proporcionó el tie break en conservadurismo y espero a que Novak cometiera los errores. El revés cortado del mallorquín hacía horas extras y en el sexto juego llegó su oportunidad. Pudo haber roto el servicio del checo, pero terminó cediendo y desaprovechando un 40-15 en el siguiente juego que le acabó costando el set. Novak rompió y se mostró seguro con el saque, anotándose el segundo parcial (6-4).

El tercer set dio inicio marcado por el equilibrio. Moyà y Novak mantenían largos peloteos desde el fondo de la pista y el checo parecía agotarse. En el sexto juego el jugador balear hizo un break y tras ganar su saque se puso 5-2. Con este marcador y sercicio de Novak, Moyà disfrutó de una pelota de partido. Tras un largo peloteo la bola termina quedándose blandita en media pista. El mallorquín conectó un potente revés paralelo, pero la pelota se fue. El checo consiguió anotarse el juego (5-3).