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85 BILBAO BÀSQUET: Patric (5), L. Fernández (19), Poag (11), Salgado (25) y Spliter (14) -cinco incial- Quintana (6), Santan (0) Urtasun (3) y Torres (2). 21 de 36 en tiros de 2. 6 de 20 en tiros de 3. 25 tiros de 35 en tiros libres. 21 personales.

68 DRAC INCA: Miki López (2), Palacín (5), Bufoni (22), Leo Gutiérrez (21), Walls (4) - cinco inicialRodríguez (5), Carrasco (1), Perich (4) y Txomin (4). 14 de 30 en tiros de dos. 8 de 16 en tiros de tres. 16 de 24 en tiros libres. 32 personales.

Àrbitros: Pérez y Sanchez. Eliminado Walls por cinco personales

SE-BILBAO
El Drac Inca dilapidó una victoria que parecía clara en el marcador ya que a la conclusión del segundo cuarto, los hombres de José Àngel Samaniego superaban de doce puntos al actual líder de la Liga LEB (29-41). El equipo balear tocaba la gloria y lo hacía prácticamente todo bien. Dominaba la zona, defendía con orden y en ataque se mostraba letal de necesidad. No obstante, no todos los hombres sobre la pista ofrecían su mejor version y en el caso de Rocky Walls, este pasó prácticamente desapercibido. Todo lo contrario a la hora de calibrar la actuación de hombres como Leo Guiérrez, con 21 puntos anotados y cinco tiros de tres anotados sobre siete o Javier Bulfoni, máximo anotador del conjunto balear con 22 puntos.

En el primer tiempo el grupo de Samaniego arrasó sobre la cancha, tanto en juego como en tanteo (17-24) en el primer cuarto (12-17) en el segundo. El Bilbao Básquet estaba roto y el Drac Inca se veía y se sentía ganador. Había orden, confianza y, sobre todo, mucha practicidad en el juego. El ritmo y las ideas las ponían los hombres del Drac que, a partir del tercer cuarto, sin un motivo concreto empezaron a bajar la cabeza y a despedirse del partido.

El final del tercer cuarto era también para el Drac Inca pero la distancia se fue acortando a medida que el crono iba avanzando. El tanteo en el tercer cuarto ya fue para el conjunto vasco (29-22) y ahí empezaron los males del equipo mallorquín. Se perdió la concentración, la colocación y el orden que durante casi todo el encuentro el Drac habia exhibido. El Bilbao Básquet vio tocado al rival, volvió a sentirse líder y arropado por su público y con una motivación extraordinaria se fue merendando a un Drac que no era ni la sombra de lo que había sido sobre el parquet durante la gran mayoría de minutos.