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El jersey oro de la Vuelta a España, Óscar Sevilla, vivió una jornada de reflexión, después de que el grupo llegara a la meta de Málaga al sprint, con cierta comodidad porque «el equipo ha trabajado muy bien. Hemos sabido controlar la carrera desde el inicio, que era complicado y después todo ha ido bien», aseguró Sevilla, consciente de que la etapa de hoy resultará más difícil. «Se necesitará mucho equipo, pero yo tengo el mejor de toda la Vuelta», afirmó con rotundidad.

Mientras, Cipollini se apuntó su tercera victoria en la Vuelta en día 13, número que coincide con su dorsal, y además un viernes, «día de discoteca», por lo que el líder del Acqua e Sapone, en vísperas de su despedida, podría celebrarlo con una fiesta. «Estoy en el buen camino para el Mundial y ahora tendré que decidir con mis directores cuándo me retiro de la Vuelta», concluyó.

Una jornada propicia para los aventureros
La octava etapa unirá Málaga y Ubrique con un recorrido de 173'6 kms. La única vez que llegó la carrera a la localidad gaditana, en 1990, pasó a la historia. Una fuga bidón rompió la carrera y se produjo una diferencia que llevó al italiano Giovannetti al podio de Madrid. Worre fue el vencedor de esa fuga y Julián Gorospe, el líder de la carrera. El trazado será propicio para que las aventuras comiencen en el Puerto de Las Abejas (2a) o en el Puerto del Viento (3a), y una llegada a Ubrique con la subida al Puerto de Las Palomas, de primera categoría.