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EUROPA PRESS.
Brasil jugará la final del Mundial de Japón y Corea del Sur al derrotar 1-0 a Turquía en el que fue posiblemente el mejor partido del torneo con dos equipos lanzados a por la victoria sin especulaciones, y en el que una genialidad de un Ronaldo deseoso de quitarse la espina de Francia'98 fue más que suficiente para acercar a los sudamericanos al ansiado pentacampeonato.

Ahora, el último obstáculo para los de Luis Felipe Scolari, que en un principio no contaban demasiado en las apuestas y van a disputar su tercera final consecutiva, será Alemania, otra selección que no llegaba al torneo como favorita, por lo que la Copa del Mundo vivirá en su decimoséptima edición el primer duelo (aunque Brasil sí jugó en Alemania'74 con la RDA) y, por lo tanto una final inédita, entre dos selecciones que acumulan siete campeonatos.

El combinado turco comenzó mucho mejor la semifinal e intercambió los papeles con la 'canarinha' ofreciendo un trato exquisito al balón y presionando en cuanto su rival entraba en su campo para evitar que Ronaldo y Rivaldo entrasen en contacto con el esférico cerca del área, donde más daño hacen, y sólo las apariciones por banda de Roberto Carlos eran síntoma de preocupación para los de Senol Gunes.

A pesar de todo, aunque Turquía dominaba no hallaba su premio en forma de ocasiones, y se consolaba con el hecho de que cada vez que Emre, Basturk, Hasan Sas o un momentáneamente 'recuperado' Hakan Sukur, se movían o tocaban, creaban al menos la sensación de peligro entre Lucio, Roque Junior y Edmilson; mientras que los sudamericanos echaban de menos al sancionado Ronaldinho, al que Edilson no hacía olvidar. Con el paso de los 20 primeros minutos de juego, hicieron acto de aparición las ocasiones. Así, el central Alpay se topó con la estirada de Marcos, y un minuto después, Rustu estuvo acertado para detener un fuerte disparo de Cafú.