TW
0

Efe SUWON
Iker Casillas se alió ayer con los dioses para detener tres penaltis y completar una extraordinaria actuación que mete a España en cuartos de final del Mundial de Corea y Japón.

El destino ha vuelto a ser providencial para el joven portero madrileño. Si en la final de la Liga de Campeones, el pasado 15 de mayo, una lesión de César Sánchez le permitió convertirse en el artífice de la novena Copa de Europa del equipo, en el presente Mundial un percance en el pie sufrido por Santiago Cañizares también le ha abierto el camino a la gloria.

Ayer demostró ante Irlanda sus grandes cualidades al detener a Ian Harte un penalti y en desenlace final también detuvo los lanzamientos de la pena máxima de David Connolly y Kevin Kilbane para situar a España en cuartos de final.

Iker Casillas se ha estrenado en una Copa del Mundo con 21 años recién cumplidos, no mucho después de que un día de 1999, cuando estaba en el instituto, recibiera una llamada urgente del Real Madrid para que se incorporara al primer equipo blanco para viajar a Noruega.

Entre otras cosas, ha conseguido dos títulos de campeón de la Copa de Europa, uno de Liga, medalla de oro en el Mundial sub'20 de Nigeria y de Europa sub'16 en Alemania, además de haberse ganado la confianza de José Antonio Camacho. El seleccionador español nunca ha dejado de confiar en él, ni siquiera en los últimos meses, cuando Casillas ha estado relegado al banquillo del Real Madrid.