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Se ha ido en silencio, sin estridencias, con un discurso discreto y amable. Kresic ha abandonado el Mallorca sin dar el portazo que dio Krauss y con un talante mucho más cordial: «La mejor manera que tengo de aportar algo ahora es marcharme en silencio», declaró el croata en su última comparecencia ante los medios informativos. Sergio Kresic inició la rueda de prensa agradeciendo el apoyo «de los que siempre intentaron ayudarnos» y manifestó su «respeto» a los que «nos criticaron con buena fe», además de desearle al Mallorca y a los aficionados lo mejor en el futuro porque «el éxito que puedan tener lo sentiremos también como algo nuestro».

El preparador mallorquinista asumió el despido a pesar de que «nos vamos tristes porque llegamos aquí con mucha ilusión, pero no pudo ser». A pesar de que tan sólo restan dos jornadas para cerrar el curso, a Kresic no le ha sorprendido la destitución: «Llevo muchos años en esto y entiendo cualquier decisión que pueda adoptar el club. Somos empleados, nosotros tomamos decisiones en nuestra faceta y otros las toman en otros sitios», comentaba. Interrogado sobre si la irrupción de Tomeu Llompart va a suponer un revulsivo para el equipo, el croata significó de forma escueta que «ojalá sea así».

También tuvo palabras de agradecimiento para la plantilla y aseguró que «el vestuario es extraordinario. Siempre es la parte más importante del éxito de un club, pero sigue pensando, igual que cuando llegué, que es excepcional». Kresic, que tiene previsto despedirse hoy de la plantilla, no quiso hacer valoraciones sobre su estancia en la Isla porque «no es el momento. Hay que dejar trabajar a los profesionales, que se dediquen a lo suyo. Desde fuera hay que ayudar hablando cuanto menos mejor y desaparecer cuanto antes», significaba. El preparador mallorquinista no pudo encontrar las claves de la mala trayectoria del conjunto bermellón y argumentó que «cuando hay malos resultados siempre hay varios factores que influyen».

El técnico croata comentó que Llompart no le había consultado nada y le pareció «perfecto» que el secretario técnico (Pep Bonet) pase a realizar funciones de segundo entrenador: «Es una decisión del club», aseguró. Cuestionado sobre si creía estar capacitado para salvar al equipo en las dos últimas jornadas, Kresic destacó que «eso ahora deja de ser importante. Lo único que puedo decir es que estoy muy agradecido a la plantilla, a la afición y al club por habernos dado esta oportunidad. Sólo quiero que se pueda conseguir la permanencia», concluía el ex preparador del equipo mallorquinista. Kresic había sustituido al técnico alemán Bernd Krauss en octubre de 2001, justo después de que los bermellones cayeran ante el Schalke 04 en partido correspondiente a la Liga de Campeones, y dirigió al Mallorca en 28 partidos, con 12 derrotas, 9 victorias y 7 empates.