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86 CIUDAD DE HUELVA: (23+20+15+28):González (5), Sabarter (2), Àlex Burgos (17), Juanma Ruíz (8), Eric Cuthrell (15) "cinco inicial", Steve Horton (6), Blackshear (8), Gómez (7), Alonso (9) y Tortajada (4).
27 de 48 en tiros de 2 puntos.7 de 14 en tiros de 3 puntos.11 de 20 en tiros libres.39 rebotes. 29 faltas personales
66 DRAC INCA: (21+13+20+12): Xavi Puyada (5), Juan Miguel Navalón (13), Sergi Grimau (11), Alberto Alzamora (10), Ledbetter (12) "cinco inicial", Bordas (3), Willy Villar (2) y Montañana ( 10).
21 de 45 en tiros de 2 puntos. 3 de 17 en tiros de 3 puntos. 15 de 31 en tiros libres. 35 rebotes. 20 faltas personales
ÀRBITRO: Camiña y Rodríguez. Castigaron con una falta antideportiva a Ledbetter y con una falta técnica a Grimau. Excluyeron por cinco faltas personales a González.

Albert Orfila
La temporada más breve que ofrece el historial del Inca escribió su final en Huelva. No es normal dejar de competir en pleno mes de abril, pero es el premio que la competición reserva a los equipos que no han ofrecido argumentos convincentes pero también han tenido capacidad para responder con cierta solvencia a las cuestiones que ha ido planteando la propia Liga. En el caso del Inca, el hecho de que su tránsito haya quedado reducido a treinta partidos no ha restado demasiados gramos de intensidad. El equipo ha caminado casi siempre con demasiado plomo dentro de la mochila y su flirteo con las series por eludir el descenso ha sido constante.

Se mire por donde se mire, al Inca le han faltado demasiadas cosas para dejar de funcionar a tirones. Su línea exterior nunca ha sido fiable, al igual que su pareja de bases. En el caso de Xavi Puyada, era previsible. Es un jugador que llegó procedente de la EBA y que está en formación, aunque el rendimiento de Willy Villar es un capítulo a parte. Su apuesta ha sido un fracaso casi sin parangón. En el caso del canario, los números no admiten demasiadas interpretaciones y le acomodan entre los peores bases de la Liga. Huelva era una buena oportunidad para observar el comportamiento de algunos jugadores sin presión. Ramón Bordas, por ejemplo intentó cosas y ofreció un repertorio interesante; al igual que Allen Ledbetter. Willy Villar fue el de siempre. Espeso, errático y ajeno a cualquier tipo de responsabilidad.

Miguel Alberto Montañana fue otro de esos jugadores que quiso reivindicar algunas cosas en la última oportunidad que concedía la competición. Oliete decidió dar descanso a Kenny Green y el valenciano asumió su cuota de protagonismo. Reboteó, defendió y anotó ante un rival especialmente duro dentro de la pintura. Óscar Rodríguez, Steve Horton y Eric Cuthrell forman uno de los tríos interiores más poderosos de esta liga, pero Montañana se movió con frescura. Forzó un buen puñado de faltas personales y se entendió bien con Ledbetter cuando Oliete decidió retirar a Alzamora y confiar las posiciones interiores a estos dos jugadores.

Sin nada en juego "el Inca afrontaba la cita con la permanencia en el bolsillo y el Huelva con la sexta plaza garantizada", el partido ameció con un baloncesto muy agradable. Ataques cortos y además buenos porcentajes. La propuesta no tardó en extraporlarse en el marcador. 23-21 en el primer cuarto. El Huelva recurrió a Burgos en el perímetro, mientras que el Inca se aferró a la inspiración de Ledbetter, quien se fabricó muchos puntos y fue la gran referencia durante el primer del partido. El cuadro onubense mantuvo, en todo el momento del segundo cuarto, sus prestaciones, pero el Inca cometió demasiados errores.