Luque celebra el gol del Mallorca conseguido al final de la primera mitad. Foto: TOMAS MONSERRAT

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El Real Mallorca empató ante el Valencia, mereció ganar y al final pudo perder en una acción de Angulo. Los rojillos fueron superiores, tuvieron más oportunidades de gol pero en el fútbol de poco o nada sirven las oportunidades si estas no se trasforman. Además, cuando esto sucede, los árbitros suelen jugar malas pasadas y ayer el colegiado perjudicó a los de Kresic anulando un gol legal de Etoo. Los primeros avisos fueron del Valencia y uno de ellos no estuvo exento de gran espectacularidad. Pablo Aimar se inventó una vaselina imposible intentando firmar el gol de la Liga. El argentino disparó desde su propio campo hacia la portería del Mallorca y Leo Franco voló materialmente para sacar la bola a corner.

Era el minuto 17 y ahí se acabó el Valencia, que tampoco había hecho muchos más méritos. Los de Kresic empezaron a borrar al rival del césped, tomaron la iniciativa del juego y apostaron por jugar la pelota. Serios en defensa y con una zona de creación que trabajaba al máximo, el Mallorca tomó cuerpo, cogió forma y llegó con mucho, muchísimo peligro a la portería de Cañizares. Antes del minuto 30 llegó la jugada polémica del encuentro. Etoo remató a gol una asistencia en el punto de penalti pero el colegiado Ramírez Domínguez interpretó que Marchena no había podido defender esta acción por haber sido empujado por Luque.

Escándalo en Son Moix. La jugada no era nada clara y el árbitro se equivocó al señalarla. El gol de Samuel era legal pero no subió al marcador. Sin embargo, el empuje rojillo prosiguió sin descanso y el delantero camerunés era una pesadilla continua. Hasta en dos ocasiones estuvo muy cerca de marcar pero la mala fortuna unas veces y Cañizares otra evitó que Etoo marcara. No obstante era de cajón que el Mallorca se adelantara tarde o temprano. Sobre el crono y antes del descanso, Ibagaza echó mano de su inteligencia en el saque de una falta donde la barrera valenciana discutía sin parar, pasó a Campano que asistió milimétricamente a Luque para que marcara de cabeza. Uno a cero y descanso.

En la reanudación el Valencia seguía fuera del partido y seguía fuera porque el Mallorca estaba más metido que nunca, más enorme que nunca, más seguro que nunca. Etoo moría en cada acción y nada más empezar mereció de nuevo marcar pero su disparo salió algo desviado. Pero es difícil mantener un nivel de concentración en la punta más alta del termómetro y en cualquier acción el rival puede reaccionar. Ayer esto ocurrió en el saque de un corner donde Siviero no anduvo atento en la marca y Baraja, de cabeza estableció el empate.