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El miedo que atenaza a los equipos que se mueven sobre un alambre ha apresado al Drac Inca. Metido desde hace muchas jornadas en el furgón de cola, el grupo de Oliete ventilará su futuro más inmediato en poco más de diez dias. El viernes recibe al Ourense, un equipo plagado de estrellas y que comparte el liderato de la Liga con el Manresa; el día 20 jugará en Huelva, otro conjunto instalado entre los mejores y que también aparece en muchos pronósticos de ascenso.

El pánico que provoca un somero repaso al calendario está más que justificado. La aritmética dice que el cuadro mallorquín sólo necesita un triunfo para asegurarse la permanencia, aunque el problema se aproxima a una duda existencial: cómo, dónde y cuándo conseguirla. El porqué está claro.

Puesta bajo sospecha la capacidad del Inca para asumir con solvencia alguna de las dos misiones que aparecen en su cuaderno de ruta, la otra vía enfoca a Ulla Oil Rosalía y Cajasur de Córdoba. Condenados Llobregat y Sondeos del Norte, la situación es diáfana: tres equipos y dos plazas. Eso si, el Inca administra una victoria más que sus dos compañeros de viaje y además tiene de su lado el average particular. No obstante, nadie arroja la toalla. En Córdoba, la reciente victoria sellada ante el Lucentum Alicante "después de prórroga" ha desatado la euforia.

La llegada de Joe Wylie, que ha sustituido al despedido Crawford, es uno de sus principales argumentos. Además, el tramo final de la competición es mucho más suave que el de Inca y Ulla Oil. Esta jornada viaja a Madrid y acabará en casa ante el Melilla Caja Rural. Eso si, no depende de si mismo. En fase regular ha perdido los dos partidos que ha disputado ante el Inca y también ante Rosalía. Para escapar de las series de descenso debe ganar sus dos partidos y esperar dos tropiezos del conjunto mallorquín y uno del cuadro gallego. Cualquier doble o triple empate a victorias le perjudica.