Despedir el año con una victoria sería un bálsamo y casi una
obligación para un Mallorca B al que el tiempo se le agota. Mérida
Promesas, el relevo forzoso del equipo al que José Fouto convirtió
en la primera entidad extremeña en acceder a la Primera División,
acumula nueve jornadas consecutivas sin conocer la derrota, con lo
que el paso por el Romano de Mérida (12 horas) no permite ser nada
optimistas. La llegada al banquillo pacense de Paco Miranda supuso
el despegue del grupo, que tiene las plazas de liguilla a tres
puntos y hace albergar ilusiones a una hinchada sin aliento.
A Tomeu Llompart se le siguen acumulando los problemas. Las
ausencias de Horta, Buades, Herrero, Morgado, Rueda y Fredi hacen
que en la convocatoria se vean más rostros nuevos de los
habituales. Juanlu asciende desde el juvenil de Cazorla, mientras
que Amate y Julio retornan tras el partido de sanción que debieron
cumplir en la aciaga matinal ante el filial bético. De esta manera,
el once que más opciones tiene de saltar a la hierba del Romano
estaría conformado por Alberto Cifuentes en la puerta, con Julio,
Campos, Candela y Miguel Sánchez en defensa; Amate, Zarandona,
Viale y Nando ocuparían la medular, mientras que Roberto Merino
volvería a hacer las veces de enganche con Güiza.
En el bando opuesto, Paco Miranda hará debutar en Segunda B al
meta Casto, formando una defensa con Espeleta, Emiliano, Mario y
Rume. Sergio, Olivar, Falcón y Marcos estarán en el centro del
campo. Chico y Pitu formarán el tándem ofensivo que se medirá a una
defensa que tiene mucho que decir en vistas a salir del pozo de la
tabla clasificatoria.
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