Botero, de 29 años y licenciado en empresariales, no empezó la
Vuelta como líder por un solo segundo y afrontará la mítica etapa
de los Lagos de Covadonga con el orgullo de vestir ese jersey.
«Para mi es un premio y me quita el sabor amargo del primer día. Si
puedo salvar la etapa de los Lagos iremos pensando en llegar a
Madrid, pero aún queda mucho», dijo el colombiano. Mientras el
mundo miraba aterrorizado a las consecuencias de los atentados de
Estados Unidos, los corredores luchaban en una jornada que resultó
cómoda hasta el último kilómetro. El nuevo líder fue informado de
los acontecimientos y afirmó que «dan ganas de llorar» ante hechos
como éste, que nos puede afectar a todos».
El triunfo de Zabel, el tercero consecutivo, no estuvo exento de
polémica por un posible desplazamiento a Oscar Freire, segundo en
meta, cuando el cántabro intentaba rebasarlo por la derecha de la
calzada. Mapei presentó reclamación, pero el jurado lo desestimó
porque las vallas de protección se estrechaban y la victoria cayó
del lado del alemán, que invirtió un tiempo de 4 horas, 09 minutos
y 46 segundos.
La jornada fue tranquila para los favoritos hasta que se
organizó la montonera a poco más de 1.000 metros para la llegada.
El pelotón se dividió en tres partes. Delante marcharon además de
Zabel y Freire, David Fernández, del Relax Fuenlabrada, al final
cuarto y Pedro Horrillo, del Mapei, sexto en la etapa y tercero en
la general. Detrás llegaba un grupo de tres corredores con Santiago
Botero y el resto del pelotón lo hacía a 21 segundos. La nueva
clasificación general relega al británico Millar al segundo puesto,
a 4 segundos de Botero. Horrillo es tercero a 11 y cuarto Igor
González, del ONCE Eroski, a 21. Los animadores de la jornada
fueron César García Calvo y Karsten Kroon.
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