Raúl González junto a José Antonio Camacho durante un entrenamiento.

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Efe X VALENCIA
La selección española buscará hoy en Mestalla la clasificación matemática para disputar el Mundial 2002 de Corea y Japón con un triunfo ante Austria, un rival de potencial inferior pero que es el único que puede impedir el objetivo de los españoles. En estos momentos, España cuenta con catorce puntos en seis partidos, tres más que los austríacos, quienes sin embargo han disputado un partido menos, por lo que un resultado que no sea la victoria podría dificultar la situación del equipo de José Antonio Camacho.

A pesar de la trascendencia del choque, Camacho ha lamentado que en el ambiente no se refleja esta situación y que a lo largo de la semana varios han sido los asuntos que han rodeado a los jugadores pero entre ellos no estaba el partido. Respecto al equipo que formará en el coliseo valencianista, la principal duda del técnico murciano reside en el centro del campo, y más concretamente en su extremo izquierdo, puesto que la mayor experiencia de Joseba Etxeberría tiene como rival al buen momento del joven Vicente Rodríguez. Parece claro que Xavi, José Ignacio y Mendieta estarán en la línea medular.

Las mayores opciones para ocupar la portería recaen sobre Santiago Cañizares, quien tendrá delante suyo a Hierro y Nadal como centrales y a Manuel Pablo y Sergi en los laterales, mientras que la responsabilidad ofensiva recaerá sobre Raúl y Tristán. En la mente de todos, tanto jugadores de uno y otro equipo como del público, estará la goleada por 9-0 que España infligió a Austria en el mismo escenario hace apenas dos años, si bien desde uno y otro bando se ha reconocido la dificultad para que un resultado similar vuelva a darse. Uno de los objetivos del combinado austríaco será, precisamente, evitar un bochorno como el que supuso aquella derrota y, además, ante las opciones matemáticas con las que cuenta, buscará una sorpresa en forma de victoria para dificultar hasta el último suspiro el objetivo español.

Ante la facilidad del último partido que deberá disputar España ante Liechtenstein el próximo miércoles, el croata Otto Baric, seleccionador de Austria, es consciente de que la única opción para arrebatar la primera plaza a España es evitar el triunfo español en el estadio valenciano. A lo largo de la semana Baric ha basado su trabajo en mentalizar a sus pupilos para que pierdan complejos y el miedo a España y borrar del recuerdo la goleada cosechada hace dos años.