25/06/01 0:00
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1 BARCELONA: Dutruel (0), Puyol (1), Frank de Boer (1), Sergi (1), Guadiola (1), Gabri (1), Zenden (1), Xavi (0), Simao (2), Overmars (1) y Kluivert (2).
Cambios: Cocu (1) por Zenden, De la Peña (1) por Xavi y Alfonso (1) por Simao.
1 CELTA DE VIGO: Cavallero (2), Coira (1), Yago (1), Berizzo (2), Juanfran (2), Jayo (2), Giovanella (1), Karpin (1), Mostovoi (2), Jesuli (2) y Catanha (1).
Cambios: Edu (1) por Catanha.
ÀRBITRO: Fernández Marín, (1). Regular actuación con la cartulina amarilla a los locales Guardiola, Alfonso, Gabri y Sergi y a los visitantes Giovanella, Berizzo y Cavallero. Expulsó a Jesuli en el minuto 85 y a Gabri en el 90.
GOLES:
Minuto 3, Berizzo, al saque de una falta, remata sin oposición y supera a un desacertado Dutruel, 0-1.
Minuto 4, Kluivert aprovecha un despiste defensivo para superar a Cavallero en su salida, 1-1.

EFE-BARCELONA
Los últimos noventa minutos de Pep Guardiola como jugador del Barcelona en el Nou Camp sirvieron para rendir tributo al admirado capitán azulgrana pero no resultaron efectivos en la frustrada intentona de los de Rexach por remontar el 3-1 en contra de la ida.

Pronto enmudeció el Nou Camp. Frente al voluntarioso arranque local, al Celta le bastaron tres minutos para acabar con todas las intenciones locales. Una falta botada por Mostovoi, seguida de una hilera de errores defensivos del cuadro catalán dejaron al defensa Berizzo sin ninguna oposición en el remate (0-1). Corría el minuto 3 y la eliminatoria se ponía imposible para los de Rexach.

Pero la cosa iba de despistes defensivos. Un minuto más tarde, una falta de entendimiento entre Yago y Cavallero permitía a Kluivert devolver el equilibrio y dejar el resultado como al inicio (1-1).

El Barça, sobrepuesto al susto inicial, nivelada la contienda, buscó el segundo que le acercase al milagro. Sólo kluivert, en un par de acciones pudo poner a los blaugrana por delante. Fue un espejismo. Empeñado en buscar el desequilibrio por las bandas con Overmars y Simao, Rexach nunca pudo ganarle la partida a un Víctor Fernández que supo mover sus piezas, escalonó a la perfección su última línea defensiva y abortó cualquier intento local.

El 1-1 del primer tiempo dejaba entreabierta la puerta a la emoción si el Barça era capaz de anotar el segundo en el inicio de la Segunda parte. Pero la tónica no cambió.