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Tanto el Unicaja de Málaga, en el que milita el escolta ibicenco Paco Vázquez, como el Real Madrid, esperan ganar el segundo partido de las semifinales de la ACB, y enderezar así la eliminatoria.

La desilusión no se ha apoderado de la expedición cajista. El partidazo que Unicaja y Barcelona jugaron el sábado es la mejor carta de presenación posible para un equipo que quiere que la historia se repita, aunque sólo a medias. Los hombres de Bozidar Maljkovic siempre han ganado un partido del play-off en Barcelona, aunque luego en la eliminatoria siempre voló a la ciudad condal.

El cuadro malagueño, campeón esta campaña de la Copa Korac y con la clasificación para la próxima Euroliga ya asegurada, tiene ansias de revancha. «Vencer en el segundo choque se antoja fundamental. El partido de mañana es una final porque viajar a Málaga con un 2-0 en contra ante un equipo como el Barcelona sería un suicido», comentaba esta mañana el base Carlos Cabeza.

Los jugadores y técnicos del Tau Cerámica, que el pasado sábado recuperó el factor cancha tras el primer encuentro disputado ante el Real Madrid dentro de la serie semifinal por el título de campeón de la Liga ACB, confían en no repetir los errores cometidos ante el Kinder de Bolonia en el segundo partido de la final de la pasada Euroliga.