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7 MALLORCA B: Alberto (3), Pelegrín (3), Cabeza (3), Viale (3), Romerito (3), Robles (3), Campano (3), Jofre (3), Güiza (3), Da Mota (3) y Jesús (3).
Cambios:Quique Romero (2) por Da Mota, Àlvaro Cámara (2) por Cabeza y Benjamín (1) por Jesús.
1 BURRIANA: Jaime (1), Pascual (1), Mauricio (1), Barrachina (1), Pedro (1), Salvador (1), Miguel (-), David (1), Mesa (1), Candelas (1) y Nico (1).
Cambios: Soto (1) por Miguel, Jero (1) por Salvador y Vicente (1) por Mesa.
ÀRBITRO: Pérez Riverol, del Comité Tinerfeño (2). Sin complicaciones. Mostró cartulina amarilla a los visitantes Candelas, Barrachina y Nico, además de a Julián Robles y al segundo entrenador mallorquinista.
GOLES:
1-0. Min. 14 Da Mota
2-0. Min. 29, Romerito
3-0. Min. 30, Candelas
3-1. Min. 46, Campano
4-1. Min. 50, Campano
5-1. Min. 66, Güiza
6-1. Min. 72, Jofre, 7-1.
LO MEJOR: El excelente juego del filial
LO PEOR: El títere que fue el Burriana

FERNANDO FERNÀNDEZ
El filial dejó atrás actuaciones para olvidar y confirmó con la goleada infringida a un nada convincente Burriana que su recuperación en el Sitjar es todo un hecho. Los de Juan Ramón López eran conscientes de que sumar los seis puntos en los dos encuentros consecutivos disputados en Ciutat era vital para mantener las opciones de liguilla. Con esta premisa, el cuadro insular puso en marcha la apisonadora, y Jesús pisó por primera vez el acelerador cuando tan sólo se habían disputado ocho minutos de partido.

Forzado el cerrojo, la goleada sólo era cuestión de minutos. Poco antes del cuarto de hora, Da Mota allanaba más si cabe el camino, en el que tan sólo el tanto de Candelas obstruía el apacible camino hacia los tres puntos. En la segunda mitad, todo fue coser y cantar. El filial se paseó y la grada se deleitó ante el festín que se daban los de Juan Ramón López. Con un Jesús pletórico, y sin que Güiza tuviera que cargar con el peso goleador, Jaime, sufrido guardameta del Burriana, veía caer los goles uno tras otro y ante la pasividad de sus compañeros, rendidos ante la evidente superioridad de un Mallorca B que brilló como equipo y por encima de todas las individualidades que posee el plantel bermellón.

Las dianas de Campano, Güiza y Jofre sellaban la goleada, que pudo ir a más. Y es que faltaban ni más ni menos que dieciocho minutos para el pitido final y la dinámica del encuentro hacía prever que la fiesta se podría prolongar, aunque la moderación, dentro de lo que cabe, presidió los últimos minutos de la contienda. El Burriana cumplió con el guión, y en su retorno a las islas, tras su paso por la liguilla de ascenso a Segunda B, pagó con creces las ansias de victoria de un Mallorca B que retoma más que nunca el pulso a la competición y se asoma con perspectivas a las plazas de liguilla de ascenso a Segunda División A del fútbol español, pues la permanencia ya es un hecho.