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Alyson Silva ya se encuentra en Brasil y el futuro de Da Mota apunta a la misma dirección. Mientras el jugador del Hércules abandonaba el país después de que se conociera que no tiene pasaporte portugués ni tarjeta de residencia, el delantero del filial se encuentra bajo sospecha.

La RFEF ha sacudido el polvo de sus archivos y ha urgado en las fichas de los jugadores con documentos que les acreditan como comunitarios. Toledo (Espanyol) y Sandro (Badajoz) han sido los primeros casos en el balompié profesional y Alyson, que jugó durante dos temporadas en el Mallorca B y que la pasada campaña fue traspasado al Hércules, ha sido el siguiente en la lista.

Alyson Robeiro Silva Oliveira (27.06.78) llegó a la Isla procedente del Americano Futebal Clube de Maranao de Brasil y en la misma operación se contrató a João Soares Da Mota Neto, que militaba en el mismo equipo. Sus vidas en la entidad balear han sido paralelas, han vivido juntos el descenso a Segunda B y ambos compartieron equipo el curso anterior. Tienen el mismo representante "Santos Márquez" y los dos han jugado en España con pasaporte portugués. El Hércules, requerido por la RFEF, solicitó a la embajada portuguesa los documentos que le acreditaban como ciudadano luso, pero el nombre del jugador no constaba en los registros, por lo que los alicantinos decidieron darle de baja el pasado 23 de febrero.

«Yo estoy muy tranquilo porque tengo una bisabuela portuguesa», aseguraba ayer el jugador de Fortaleza. Da Mota confía en que «todo vaya bien, aunque no puedo asegurar nada. Yo le entregué al club todos los papeles en el que constaba que tengo una abuela de descendencia portuguesa y una bisabuela de la misma nacionalidad», explicaba el futbolista. El atacante, que cumple su tercer año en el Mallorca B, explicaba que «no me ha llamado ni mi representante ni el club para comunicarme nada, por lo que espero que todo esté en regla».