TW
0

Iván Meléndez Candela. 13.09.78. Avilés. La historia del zaguero asturiano que milita en el Mallorca B es la de un jugador que tocó el cielo con 17 años, el mismo día que jugó en el Carlos Tartiere un partido de Copa ante el Real Oviedo incrustado en las filas del Avilés, y que ahora vive en el anonimato y relegado a un segundo plano en el filial.

Candela se ha convertido en la personificación del futbolista sumido en el ostracismo sin argumento alguno. Llegó al equipo balear este verano procedente del Zamora, después de rechazar proposiciones de Celta y Zaragoza y con unas referencias envidiables. La secretaría técnica del club balear apostó por la contratación de un lateral izquierdo que se formó en los juveniles del Avilés y que a sus 22 años suma un buen puñado de minutos entre Tercera y Segunda B (Avilés, Hispano, San Martín y Zamora). El Mallorca le ofreció dos años de contrato y el defensa aterrizó en Ciutat como referencia en el flanco izquierdo. Sin embargo, desde su llegada sólo ha amontonado decepciones y encontronazos.

No ha jugado en la Intertoto, ni en Liga y apenas ha tenido presencia en las convocatorias. Ha pasado por el quirófano para subsanar unos problemas en el tabique nasal y las lesiones le han condenado a prolongar su relación con la enfermería: «No he tenido fortuna con las lesiones, pero cuando estoy en condiciones tampoco he tenido oportunidades. Voy a seguir trabajando porque mi ilusión es jugar en el Mallorca y creo que para eso me ficharon», explicaba el defensa.

La actual situación en la zaga del conjunto mallorquinista invita al cambio, pero Juan Ramón López ha preferido recurrir a varias alternativas antes de poner sobre el tapete al lateral de Avilés: «Lo único que puedo hacer es agradecerle a la directiva del Mallorca el apoyo que siempre me ha manifestado. Nunca he dicho una palabra más alta que otra, ni he protestado, ni he reclamado más minutos, pero me extraña mucho que todos hayan entrado en la rotación menos yo», agregaba Candela.