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75 BADAJOZ: Callejo (8), Marcos (18), Johnson (9), Lisard González (15), Smith (4) -cinco inicial-. Chanca (0), Blake (21).
27 de 45 en tiros de 2 puntos. 6 de 16 en tiros de 3 puntos. 3 de 9 en tiros libres. 23 rebotes (19 en defensa y 4 en ataque). 19 faltas personales.

83 DRAC INCA: Edu Sánchez (5), Mons (5), Stacey (25), Merino (12), Stuckey (17) -cinco inicial-. Crespo (6), Villar (9) y Aldama (4).
22 de 35 en tiros de 2 puntos. 7 de 22 en tiros de 3 puntos. 18 de 21 en tiros libres. 28 rebotes (23 en defensa y 5 en ataque). 14 faltas personales.
ÀRBITROS: López Garrido y González Díaz. Sin eliminados. Sancionaron por una falta antideportiva a Luis Merino.

ALBERT ORFILA
Drac Inca agrandó su figura en La Granadilla. Tumbó al Badajoz Caja Rural y relanzó su candidatura. Ante un equipo presa del pánico y metido en arenas movedizas desde hace un buen puñado de meses, el grupo balear se aferró al factor Stacey. Inca anduvo casi siempre atrapado en un laberinto y fue víctima de sus propios errores, pero acabó encontrando a su jugador más clarividente y volteó un marcador que le fue adverso durante 37 largos minutos.

Quien tiene a Stacey tiene un tesoro y en Badajoz volvió a quedar claro. Emergió cuando su equipo había tocado fondo (56-44) y él solo arregló casi todos los problemas. Un par de triples consecutivos, un par de robos de balón y un instinto asesino desde la línea de tiros libres fueron sus principales argumentos. Stacey tuvo como escudero a Villar, excepcional en el último cuarto del partido, pero el parcial de 2-13 al que dió forma el Inca en la recta final del duelo fue un mérito casi exclusivo del estadounidense.

Badajoz es un equipo incapaz de sorprender a alguien. Lleva dos temporadas haciendo las mismas cosas, pero su defensa zonal causó estragos durante un buen tramo del partido. De hecho, el cuadro extremeño gobernó durante casi todo el partido y en el inicio del tercer cuarto asestó un golpe que se antojaba prácticamente definitivo. El Inca había iniciado la segunda parte instalado en un atasco descomunal y el Badajoz aprovechó la espesura del perímetro mallorquín para echar tierra de por medio (67-58).