Damián Amer, en primer plano, y Luis Aragonés, en segundo. Foto: T. MONSERRAT.

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El Real Mallorca ha aprobado con nota alta la primera vuelta de la temporada. Los de Aragonés son quintos en estos momentos y de cada jornada está quedando más lejos el objetivo inicial que no era otro que la permanencia. Tras concluir la primera fase del campeonato y dada la buena marcha del equipo, los objetivos poco a poco se van replanteando y, en estos momentos, Europa es el gran reto que se marca todo el plantel bermellón.

La UEFA es casi prioritaria mientras que abordar la Champions League es un objetivo más complicado pero al que tampoco nadie renuncia. Por otra parte, y como ya manifestó Luis Aragonés a este mismo periódico, uno de los grandes desafíos del equipo es llegar a la final de la Copa del Rey y conseguir un trofeo que se le niega históricamente.

La trayectoria del equipo ha vuelto a ilusionar a la masa social y también al consejo de administración que observa con asombro cómo el equipo está en condiciones de regresar, sin excesivos apuros a Europa, así como repetir, por tercera vez en su historia, la participación en la final del torneo del KO. Luis tiene claro que, en estos momentos, lo conseguido hasta la fecha no sirve de mucho e insiste en que «lo que cuenta es el final aunque también es importante estar bien colocados para afrontar los últimos encuentros del campeonato», asegura el de Hortaleza.

Al margen de los objetivos interesantes planteados recientemente en el vestuario, lo que más preocupa en estos momentos es el choque ante el Valladolid de esta próxima jornada. El partido se disputará el domingo a las cinco.