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El filial se está autoexpulsando de la lucha por jugar la fase de ascenso. El grupo balear ha perdido cinco encuentros a lo largo del curso 2000/01 y cuatro de ellos como consecuencia directa de las cartulinas. Las tarjetas han minado su potencial y sólo en Novelda el Mallorca B cedió con once jugadores sobre la hierba. El primer envite ante el Conquense puso en evidencia la facilidad que tiene el equipo de Juan Ramón López de cerrar los partidos en inferioridad. Benjamín y Romerito fueron expulsados (minutos 52 y 86) y el Conquense acabó llevándose el triunfo del Lluís Sitjar en una tarde para olvidar.

El segundo partido que asoció derrota y tarjetas fue en Mataró. Ante uno de los equipos más enclenques de la Liga, Pelegrín y Romerito dieron con sus huesos en el vestuario (minuto 84 y 88) y el filial acabó inclinándose ante los catalanes (2-1). Güiza fue el siguiente protagonista. El delantero andaluz fue amonestado con roja directa en el primer tiempo del choque ante el Figueres (minuto 41) y los insulares cayeron ante un equipo del Ampurdà que jugó toda la segunda mitad en superioridad numérica.

El último episodio, en Santa Coloma el pasado domingo. Con el encuentro equilibrado el central catalán Pelegrín vio la segunda cartulina en el minuto 57 y acto seguido la Gramanet marcó el tanto que le dio la victoria (1-0). Era el cuarto capítulo de una historia que ha privado al filial del Mallorca de acercarse a las plazas de privilegio.

El equipo bermellón ha iniciado la segunda fase acentuando el problema, ya que en el partido ante el Terrassa "previo al de Santa Coloma" el central Romerito también dejó a su equipo en inferioridad poco antes de finalizar el primer acto. Doce puntos perdidos y muchas sanciones.