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EFE - MONTECARLO Carlos Sainz estrena entre el viernes y el domingo en Montecarlo la nueva versión del Focus, bautizada «RS WRC01» y equipada con una nueva marca de neumáticos, una combinación con la que espera romper el maleficio que le persigue desde 1992 y pueda sumar al fin su tercer campeonato del mundo de rallys.

El nuevo Focus está propulsado por un nuevo motor desarrollado por «Cosworth Racing» del que se espera lo mejor. Entre las novedades que aporta, y además de las que afectan a la carrocería, el nuevo Ford en el Mundial tendrá un menor peso, al reducirse de 100 a 80 litros la capacidad del depósito de combustible. Además, estará «calzado» con neumáticos de la marca «Pirelli», que sustituye a los «Michelin» de la pasada campaña.

El piloto madrileño es un veterano del rally monegasco, en el que ha participado ya once veces y que ha ganado en tres ocasiones (1991, con Toyota, 1995, con Subaru, y 1998, de nuevo con Toyota), lo que le hace comprender como ninguno las complejidades de una prueba en la que la elección de los neumáticos resulta siempre primordial. Al lado de Carlos Sainz estará el escocés Colin McRae y el francés Francois Delecour, este último procedente de Peugeot y que regresa a la marca del óvalo cinco años después de su última experiencia.

El defensor de los títulos de pilotos y marcas, el constructor francés Peugeot, contará en Montecarlo con todos sus efectivos, a excepción del finlandés Harri Rovanpera. Marcus Gronholm, actual campeón, y los franceses Didier Auriol y Gilles Panizzi serán los encargados de buscar un triunfo que haga olvidar su nefasta actuación del año pasado, en la que ninguno de sus coches pudo acabar. Los dos franceses son lo pilotos que pueden aportar puntos para el Mundial de marcas que también estará muy reñido como en años anteriores.