TW
0

Ibagaza se ha convertido en uno de los grandes protagonistas de la Liga española. Tanto a nivel local como nacional, el «diez» mallorquinista es el claro referente del equipo balear. En Argentina también su extraordinaria aportación al conjunto es reflejada por los principales medios informativos tales como el diario «Olé» o «La Nación». Portadas, entrevistas, comentarios y, por encima de todo, admiración es lo que levanta el hábil jugador del Real Mallorca.

El «Caño» ejerce de «crack», asume su rol y sabe que en estos momentos es el más claro referente del juego ofensivo bermellón. Marca, dribla, asiste y corre. Está pletórico pero él asegura que no ha cambiado tanto. Ni ahora es el mejor del mundo ni antes el peor de todos. Ariel quiere y prácticamente exige un justo equilibrio y echa la mirada atrás para recordar que no hace mucho tiempo le caían críticas hacia su labor en el equipo. «Hace dos años decían que no era ni jugador. Antes era un desastre y ahora un fenómeno. Esto me molesta mucho, ya que yo soy el mismo jugador con la única diferencia de que en estos momentos estoy marcando goles», manifestó ayer el medio punta de Aragonés.

Sin embargo este año es el gran año de Ibagaza. Nunca antes había jugado tan bien y demostrado que su fútbol está dos puntos por encima del resto de futbolistas. Piensa bien y piensa rápido. Finaliza con precisión y asiste milimétricamente a sus compañeros. Hace un fútbol galáctico y se echa el equipo a la espalda cuando la ocasión lo merece. Estas facultades, innatas por otra parte, las ha puesto todas ellas en práctica en el presente campeonato. Antes se le veía un tratado de buenas y magníficas intenciones, ahora las resuelve con acierto. «Juego con más libertad que con los técnicos anteriores. El míster quiere que esté más cerca del área y esto me gusta», señala Ariel. Siete goles es su carta de presentación y en la planta noble del club ven en él un filón de oro. Su cotización ha subido como la espuma y es inminente la llamada de Marcelo Bielsa. Sería injusto que no se produjera.