Semana grande en Granada

Con la machada hecha por ambos clubes, que paradójicamente viven con penurias económicas en el pozo de la Segunda B, la provincia granadina se ha convertido en la abanderada de la «rebelión de los modestos» tras el nuevo sistema implantado en la Copa del Rey, con eliminatorias a partido único hasta los dieciseisavos de final. El Granada, que empató a uno y también superó en los penaltis curiosamente a otro representante de la Comunidad Valenciana, el Villarreal, y sobre todo el Guadix, tras su épico partido con el actual líder de Primera, han hecho ya historia en la Copa de 2001.

Tras dar la gran campanada de meterse por méritos propios en los octavos de final, tanto el Granada como el Guadix han puesto de moda a los representantes del fútbol granadino en todo el país. Anoche, el equipo de la localidad accitana, que cuenta con unos 20.000 habitantes, los mismos que pueden vivir en un pequeño barrio de la capital valenciana, hizo feliz a toda esta comarca y, pese a ser colista del Grupo IV de Segunda B, tuvo los arrestos necesarios para tumbar a un «grande» como el Valencia de Héctor Cúper.

Aunque el Guadix llegó a ponerse con 3-0, a poco del descanso, y con 4-2, en el minuto 62, tuvo que sufrir mucho hasta el final pues el todopoderoso Valencia empató a cuatro en los últimos instantes. Así se llegó a la prórroga y a la «lotería» de los penaltis, en la que, tras convertirse once lanzamientos, el fallo definitivo del internacional Miguel Angel Angulo clasificó a los accitanos y dio paso a la locura y a la fiesta en el Municipal accitano, que estaba lleno a rebosar, con 4.500 aficionados.