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El president del Drac Inca, Sebastià Penya, se muestra optimista de cara a este recién estrenado milenio. El responsable de la entidad de es Raiguer aventura un inicio de año cargado de emociones, confía en la clasificación del equipo para los play"off de ascenso y mantiene la prudencia lógica al ser preguntado por un posible abordaje a la ACB.

«Somos un grupo deportivo y de gestión prudente y pensar ahora en la ACB nos cae sinceramente lejos. Lo que realmente importa en el plano deportivo es conseguir meternos en los play off. Hay que ir paso a paso, es una fórmula que nos ha ido bien y debemos continuar así. Queremos seguir en la élite del baloncesto nacional», manifestó Penya.

Sebastià capitanea un proyecto que se solidifica cada día más en la LEB española. Su capacidad de gestión económica es un factor tanto o más importante que el papel que desarrolla el equipo sobre las canchas de juego. «Tenemos la obligación de velar por los intereses y por el futuro económico de la entidad. Es fácil vender humo, ilusionar con falsas promesas a la masa social pero no es mi estilo ni el de mi junta. Tirar la casa por la ventana podría suponer un perjuicio irreversible para la entidad y esto no puede ocurrir. Nos regimos por unas directrices económicas y deportivas que no sobrepasan nuestras posibilidades y, por los resultados no nos ha ido nada mal», dijo Penya.

El presidente es realista y sabe que, hoy por hoy, la prioridad es consolidar al equipo en esta categoría y más en un año donde los últimos clasificados descenderán. «Tenemos que unir nuestros esfuerzos en consolidar al equipo en la LEB y más en un año donde los últimos descenderán. Los presupuestos que se manejan en ACB son de ochocientos o novecientos millones y si no te sale bien la jugada, te hipotecas y los clubes están abocados a la desaparición y bajo ningún concepto esto tiene que ocurrir aquí», comentó.