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El Real Mallorca ha dado por zanjado el grave incidente que protagonizó Samuel Eto'o en Zaragoza pero en el entorno y, sobre todo en el vestuario, el tema sigue caliente, abierto y la realidad indica que darlo completamente por zanjado es una misión no sólo de tiempo ni de que el futbolista vuelva a pedir, por segunda vez consecutiva, disculpas a sus compañeros. El club ha tomado la decisión de no multar al futbolista. El presidente Mateo Alemany apuntó ayer: «Si el entrenador cree que el jugador ha de ser multado, hablará conmigo y decidiremos qué se hace pero el técnico ha dado por zanjado el tema después de hablar con el futbolista», comentó el presidente.

Alemany confirmó que la multa le llegará por el incidente que aconteció hace dos semanas en el entrenamiento y dijo también que las imágenes que han dado la vuelta a España estos dos días han sido «más espectaculares que importantes». «Hay que entender la reacción del entrenador dentro de lo que es el entorno de un partido de fútbol. Hay nervios, tensión, las pulsaciones están al máximo y no es habitual este tipo de reprimendas en público pero hay que entender las circunstancias en las que se han producido», manifestó el presidente.

La nueva actitud indisciplinaria de Eto'o ha quedado, por lo tanto, sin castigo y los capitanes del equipo apuntan a que se hablará con el jugador una vez más. Sin embargo, en el vestuario la crisis sigue abierta por varios motivos. En las declaraciones efectuadas por Miquel Soler y que ayer publicaba este periódico, se reflejaba el sentir de un grupo que no está en absoluto de acuerdo con la forma de comportarse del jugador camerunés.