Puntos de oro

A los diez minutos de partido quien más quien menos se frotaba las manos. El Mallorca jugaba bien, llevaba la iniciativa, creaba, salía con el balón controlado, es decir, lo hacía todo menos concretar. Pero tanto dominio tenía que convertirse en gol tarde o temprano aunque también en la grada más de uno pensaba en esa máxima que indica que quien tanto perdona al final termina pagándolo.

Luque y Eto'o le daban un nuevo empaque al Mallorca pero el trabajo bien hecho empezaba desde atrás. La defensa exhibía solidez y nadie renunciaba a salir con la pelota controlada.

El Mallorca pierde un balón en el centro del campo, Manjarín empieza a correr con la pelota por banda derecha, ve a su compañero Rushfeltd, le sirve la pelota y marca el cero a uno. Después, tiempo para un larguero y otra vez cara de poker.

En la reanudación la tensión se podía cortar con un cuchillo pero el equipo de Aragonés volvía a ser mejor. Al fin llegó el justo premio. Olaizola protagoniza una contra por banda derecha, levanta la cabeza, ve a Luque y le sirve la pelota. El catalán lanza un certero cabezazo al que nada puede hacer Ceballos para evitar el gol del empate. Pero el reparto de puntos no era suficiente. Aragonés movió ficha y aumentó el poder ofensivo del equipo dando entrada a hombres como Ibagaza o Carlos. Luque quería más y se convertía en el mejor del partido. El catalán sirvió una falta a cinco minutos para el final y Carlos consiguió el gol de la victoria.