La escapada que integró a los protagonistas de la jornada,
además de los numerosos intentos que se produjeron en los
kilómetros iniciales, se produjo en el hito kilométrico 48, cuando
saltaron Hundertmark, Bertolini, Aitor Osa, Bossoni, Sgambelluri,
Hernández, Golbano, Cabello, Vidal, Piccoli, Moreni, Faresin,
García, Bermejo, Flecha, Dufaux y Blanco, a los que poco después se
unió Halgand.
Con buen ritmo, el grupo consiguió abrir un hueco, pero éste
nunca pudo ser importante al estar entre las unidades de ese
pequeño pelotón un hombre demasiado peligroso para los intereses de
los principales hombres, Santi Blanco (Vitalicio). Aunque las
diferencias no llegaron a ser nunca espectaculares, lo cierto es
que el quinteto supo mantener la distancia y el pelotón dio por
valida la fuga, sin que las diferencias en la línea de meta fuese
realmente significativas.
El triunfo debían disputarlo esos cinco hombres al esprint y
quizás de ellos los más fuertes era Mariano Piccoli (Lampre) y
Paolo Bossoni (Cantina Tollo), aunque su ventaja les permitía
plantear todo tipo de estrategias de ataque al rival en los
kilómetros finales. Atacó Cabello a poco más de cuatro kilómetros
para la línea de meta, pero le respondió con fuerza Piccoli y
consiguió unos metros de adelanto que le valieron para adjudicarse
la victoria.
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