Fue una jornada mucho más movida de lo que todos podían esperar
pero por diversas razones, pues al ritmo que se imprimió a la etapa
se sumaron dos bajas de altísimo nivel, las de José María «chava»
Jiménez (Banesto) primero -en el kilómetro 48- y la de Oscar Freire
(Mapei), el flamante campeón del mundo, después -km.94-, con
retirada también por accidente de Unai Echevarría (Euskaltel), que
tuvo que ser atendido en el hospital de Tortosa de una herida
abierta en la frente y una rotura de codo.
Antes incluso de la salida también se produjo un abandono, el
del italiano Ivan Gotti (Polti), doble campeón del Giro de Italia,
con problemas físicos, y una nueva visita de los «vampiros» para
realizar los análisis de sangre a aquellos equipos que se libraron:
Liquigas, Kelme Costa Blanca, ONCE Deutsche Bank, Vitalicio y
Cantina Tollo.
En competición, se salió a un ritmo fortísimo y con constantes
demarrajes en cabeza de carrera, aunque la primera intentona con
éxito la protagonizó el italiano Trenti en el kilómetro 26, al que
luego se unió Bassons y poco a poco una serie de ciclistas más,
Peña, Svorada, Marini y Casagranda, que intentaron a duras penas
llegar al final en solitario a la línea de meta, pero el pelotón no
se lo permitió y a escasamente un kilómetro y medio de la llegada
los neutralizó a todos.
En la única dificultad montañosa de la jornada, un alto de
segundo categoría, el de Fatxa, sin apenas rampas de cierta
dificultad, el colombiano Peña se intentó marchar de sus rivales,
pero tampoco pudo. Volvieron a agruparse y con cierta coordinación
intentaron llegar a meta en solitario, pero por detrás el pelotón
ya se había puesto a tira, encabezado por los hombres de Fassa
Bortolo, que querían una victoria para su esprinter Petacci, que al
final se adjudicó la victoria de una nueva jornada llena de
tensión.
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