Los jugadores franceses celebran la victoria.

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1 ITALIA: Toldo, Cannavaro, Nesta, Iuliano, Maldini, Pessotto, Di Biagio, Fiore, Albertini, Totti y Delvecchio.
Cambios: Del Piero por Fiore, Ambrosini por Di Biagio y Montella por Delvecchio.
2 FRANCIA: Barthez, Thuram, Desailly, Blanc, Lizarazu, Djorkaeff, Deschamps, Zidane, Vieira, Henry y Dugarry.
Cambios: Wiltord por Dugarry, Trezeguet por Djorkaeff y Pires por Lizarazu.
ÀRBITRO: Anders Frisk (Suecia). Amonestó a Di Biagio, Cannavaro y Thuram.
GOLES:
Minuto 55, Delvecchio, 1-0.
Minuto 92+, Wiltord, 1-1.
Minuto 104, Trezeguet, 2-1.

EFE - ROTTERDAM
Dos suplentes, Sylvain Wiltord y David Trezeguet, dieron la doble corona a Francia, que sumó a su título de campeón del mundo el de Europa tras derrotar en la final de la Eurocopa a Italia por 1-2. Wiltord salvó en tiempo de descuento a Francia de perder un partido en el que estaba en desventaja desde que Marco Delvecchio adelantara a Italia en el marcador al inicio de la segunda parte, mientras que Trezeguet le dio la victoria definitiva al marcar un «gol de oro» en el minuto catorce de la prórroga.

La Eurocopa se ha decidido de esta manera por segunda vez gracias a un «gol de oro» desde que se implantase precisamente este sistema en la anterior edición del torneo. Entonces fue un tanto de Oliver Bierhoff el que dio la victoria a Alemania en la prórroga frente a la República Checa. Francia estuvo a punto de pagar muy caro su planteamiento temeroso, ya que jugó pendiente más de no encajar un gol que de marcarlo, y acabó por no saber responder cuando se vio por debajo en el marcador.

Los campeones del mundo, sabedores del peligro italiano en los contraataques, se mostraron muy cautelosos en su planteamiento del partido, en el que el técnico Roger Lemerre prescindió de un delantero nato como Nicolas Anelka y lo sustituyó por un centrocampista como Youri Djorkaeff. La primera mitad dio poco de sí. Ninguno de los dos equipos disfrutó de buenas ocasiones de gol y las defensas dominaban el partido. Tras la reanudación Italia vivió sus mejores momentos.

Encontró huecos, marcó el gol y Del Piero pudo sentenciar el partido. No fue así, y Francia empezó a acercarse peligrosamente a la meta de un Toldo que se mostró muy seguro hasta que Wiltord empató en el último suspiro. La moral francesa estaba por las nubes y sus jugadores querían un nuevo título. Y así Trezeguet apuntillaba a Italia con un gol de oro.