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Fernando Vázquez pasó balance y evaluó con buena nota el trayecto protagonizado por el Real Mallorca en la Liga más seductora de Europa. El técnico balear, en una entrevista concedida a TeleNova-Canal 37, subrayó que su futuro más inmediato sigue siendo una auténtica incógnita, aunque ratificó su predisposición a seguir ocupando el banquillo bermellón. «Mi deseo es quedarme aquí y no creo que las condiciones contractuales sean ningún problema. No me considero un técnico consolidado y todavía debo dar muchos pasos; ahora mismo sólo me guío por proyectos deportivos», aseguró un preparador especialmente dolido por «el último partido de la temporada. Tenía una gran ilusión en lograr la séptima posición y la verdad es que cuando acabó el partido ante el Atlético fue un momento muy duro. Jugar la Intertoto siendo séptimos era muy interesante y siendo noveno siempre te queda un sabor diferente».

Vázquez echó la vista hacia atrás y aseguró que el equipo que heredó del argentino Mario Gómez «era un grupo avergonzado con la afición por no haber entrado en la Liga de Campeones. Considero que Gómez hizo un buen trabajo, lo que pasa es que esta labor no se tradujo en resultados. No tengo ninguna queja de como encontré el equipo, aunque para mí lo más importante es como está la cabeza de los jugadores y en aquel momento pesaba la eliminación ante el Molde».

El de Castrofeito abundó en su análisis señalando que «la nota que otorgo al equipo es la de un bien alto, rozamos el notable pero suspendimos los dos últimos exámenes de la temporada. La gente ha estado a punto de conseguir cosas interesantes y cuando estas a punto de conseguir una cosa y al final no la logras, duele, te sientes decepcionado. Considero que las derrotas en casa ante el Espa nyol y Racing de Santander condicionaron sobremanera nuestras opciones de estar en la Copa de la UEFA. No obstante, si al final hubiéramos logrado la séptima posición sería feliz».