Eto'o fue el auténtico héroe del partido. Foto: TOMÀS MONSERRAT.

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2 MALLORCA: Leo Franco, Armando, Siviero, Olaizola, Miquel Soler; Lauren, Engonga, Ibagaza, Carreras; Eto'o y Diego Tristán.

Cambios: Francisco Soler por Engonga, Martí por Eto'o y Carlos por Diego Tristán.
0 ALAVÉS: Herrera, Contra, Begoña, Karmona, Torres Mestre; Tellez, Desio, Gómez, Astudillo; Nan Ribera y Kodro.

Cambios: Magno por Gómez, Javi Moreno por Nan Ribera y Julio Salinas por Kodro.
GOLES: 1-0, min. 19: Lauren marca a puerta vacía tras una gran jugada de Eto'o; 2-0, min. 84: Carlos culmina un contragolpe y bate a Herrera con un disparo a media altura.
ÀRBITRO: Díaz Vega. Amonestó a Téllez del Alavés y a Siviero del Mallorca.
LO MEJOR: Eto'o.
LO PEOR: El Alavés.
IÑAKI OTEIZA
La resurrección es un proceso que conviene no dejar a medias y el Mallorca lo completó ayer, con una laboriosa pero inapelable victoria ante el Alavés. Después de seis puntos en los dos últimos encuentros, que incluyen una notable mejoría en el nivel de juego, parece evidente que este grupo ha recobrado el pulso. En realidad, está vivo y coleando. No todos los domingos se organizan festivales a costa del Barça y no todos los domingos queda renovada un año más la estancia en Primera División. En apenas quince días, Vázquez y su equipo han disfrutado de lo uno y de lo otro. Una nueva exhibición de Samuel Eto'o, a la que se unió su compatriota Lauren, permite sellar una permanencia histórica "el Mallorca nunca había estado más de tres temporadas en Primera" y levantar la cabeza en busca de algo grande. Los dos cameruneses pusieron su firma a las mejores acciones de este equipo cansado hasta hace sólo dos semanas de construir tantas ocasiones de gol y recibir tan poco premio. Delantero y centrocampista se erigieron ayer en los conductores del triunfo más valioso de la temporada. El Mallorca sólo aspiraba a la salvación, pero se dejó llevar por una senda africana y hoy se ha despertado un poco más cerca de Europa.

El encuentro no comenzó nada bien. En apenas diez minutos, Leo Franco y sus zagueros tuvieron que trabajar a destajo para convencer al Alavés de que no había qué hacer por las bandas. El guardameta le quitó un balón de los pies a Nan Ribera y poco después vio volar otro, lanzado por la cabeza de Téllez por encima del larguero. En medio, Ibon Begoña era incapaz de leer un pase de Kodro y Olaizola se multiplicaba para que el bosnio no intentara nada raro por su cuenta. Y todo en dieciocho minutos. En ese tiempo, el Mallorca apenas había visto de cerca a Herrera, el guardameta del equipo vitoriano y fue Eto'o quien se decidió a hacerle una visita. El delantero bermellón le robó el apodo a Ibagaza para colar un balón por las piernas del portero y Lauren saludó aquel engaño disparando a gol. Ahí terminó el Alavés y comenzó a crecer un Mallorca que dispuso de un rosario de ocasiones. La autoconfianza era tal que hasta Tristán quiso reconciliarse con el público, pero el delantero no hizo más que empeorar las cosas: cada remate suyo acababa con el balón en las manos de Herrera en medio de una monumental pitada. El injusto trato que la afición dispensa por sistema al sevillano quedó mitigado al filo de la conclusión, cuando Carlos, su sustituto, sentenció este problemático encuentro.