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En los años setenta Bjorn Borg era un témpano de hielo nacido para ganar; en los noventa, cambió las portadas de las publicaciones deportivas por las de las revistas del corazón y paso de acumular títulos a coleccionar reapariciones y despedidas flanqueadas por los preceptivos escándalos. Veintitantos años después de un reinado que incluye cinco torneos de Wimbledon consecutivos (1976-1980), Borg vuelve a jugar para luego, fiel a la tradición, volver a retirarse. Y todo ocurrirá en Mallorca. El ex campeón sueco liderará el elenco de leyendas que desembarcará la próxima semana en Santa Ponça para tomar parte en el Mallorca Grand Champions, un torneo perteneciente a un macrotinglado llamado Senior Tennis Circuit que permite que las viejas glorias cultiven dos de sus aficiones favoritas: mantener la forma y recorrer mundo. Borg estará acompañado en la cita mallorquina por Mats Wilander, Yannick Noah, Andrés Gómez, Pat Cash, Mansour Bahrami, Carl Uwe Stebb y Juan Aguilera. A la lista se sumará el rumano Ilie Nastase, actual presidente de la Federación Rumana de Tenis que asistirá al torneo en calidad de invitado por la organización.