España alcanza así las semifinales desde que se creó el Grupo
Mundial en 1981 por tercera vez (1987 y 1998) y quinta en su
historia (fue finalista de la denominada Challenge Round en 1965 y
1967).
El trabajo de Costa, que fue elegido para sustituir a Àlex
Corretja en el primer partido de esta jornada, fue ejemplar.
Sacrificado desde el sorteo, el ilerdense se ha dedicado todo el
fin de semana a preparar «su» partido y le llegó la oportunidad
contra Káfelnikov sabiendo que sus armas son las que el ruso no
puede contrarrestar, puesto que le había vencido en tres de cuatro
ocasiones, y las dos últimas en tierra sin ceder un set. Albert
mantuvo esa regularidad para desquiciar a Káfelnikov.
El ruso se vio desbordado por el juego de Costa que tomó el
mando y le castigó con su seguridad. Aquel no acertó a
contrarrestar. Perdió ocho juegos consecutivos y necesitó 37
minutos para ganar el primero. Sólo entró en el encuentro en la
parte final de la segunda manga cuando después de ceder 12 puntos
consecutivos se decidió a atacar algo más, porque luego volvió a
patinar sin freno.
El jolgorio y la explosión de alegría del público se produjo a
continuación sin esperar a que Juan Carlos Ferrero demoliese a
Marat Safin para colocar el 4-1 definitivo. Ferrero destrozó a
Safin por 6-0 y 6-3.
El equipo español espera ahora a su próximo rival en
semifinales. Será el vencedor del Estados Unidos-República Checa,
en el que los segundos van ganando 0-2.
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